Por el Dr. César Suárez
Hemos recurrido insistentemente al enunciado de la Organización Mundial de la Salud que la define a la salud como estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
En épocas actuales de globalización liderada por el desarrollo descomunal de las comunicaciones y los cambios incesantes de las tecnologías que hacen que casi nada perdure como tal, trayendo inseguridad, sustituyendo en forma continua una cosa por la otra generando inestabilidad laboral dado que cuando nos estamos adaptando a una nueva tecnología, aparece otra que la sustituye, cambiando la base de sustentación de cada uno en la búsqueda de estabilidad, el estrés ha pasado a ser una fuente constante de desequilibrio que altera el estado de bienestar emocional generada por la incertidumbre que modifica nuestro humor y nuestro relacionamiento con las personas que nos rodean.
Como una cosa trae la otra, el estrés impacta sobre nuestra salud mental y física y hasta suele alterar nuestra relación con las personas que nos rodean rompiendo ese equilibrio necesario para poder coincidir con la definición de salud plena tal como lo define la OMS.
Cualquiera, quien más, quien menos, en alguna ocasión ha padecido una circunstancia de estrés ante cualquier incertidumbre en la que la vida lo ha enfrentado a situaciones inciertas y sabe lo que le ha tocado sufrir, no sólo desde el punto de vista emocional, agregándose casi invariablemente un impacto sobre la salud física de acuerdo a la susceptibilidad de cada individuo.
Toda esta situación de estrés que ha afectado en forma progresiva a la sociedad ha impactado en forma creciente en el uso de derogas legales prescriptas por los médicos a sus pacientes para intentar neutralizar estos estados, habiendo otros que terminan por recurrir a drogas ilegales dando sustento al fortalecimiento de bandas criminales de que comercializan estas drogas.
Esta ansiedad creciente que afecta a todas las comunidades a llevado a diferentes estrategias para intentar aliviar estos sufrimientos y que contribuyen a neutralizar y centrar las emociones para aplacar de una forma natural estas tensiones.
Comenzando por la Psicoterapia que ayuda encontrar el equilibrio a través de la reflexión orientada por un profesional para poder analizar racionalmente cada conflictiva con si mismo y con terceros.
Pero muchos encuentran ayuda con diferentes estrategias para intentar calmar esa ansiedad que nos saca de nuestro equilibrio.
Sin duda que la piel está sembrada de sensores que influyen sobre nuestras emociones y que debidamente estimulados contribuyen a atenuar esos trastornos.
Un apretado y cálido abrazo de una persona afectuosa muchas veces trae alivio en situaciones duras del momento.
La piel de las palmas de las manos que estimuladas al apretar rítmicamente pelotitas de material blando ayudan a liberar tensiones físicas y mentales, o las manos como herramientas para realizar suaves masajes, sobre todo en cuello y espalda a otra persona,
Las caminatas solo o acompañados suele liberar tensiones o hablar con alguien afín acerca de las tensiones emocionales que se padecen suelen traer alivio.
Compresas tibias o calientes aplicadas sobre hombros, cuello y abdomen, uso se rodillos de textura agradable sobre áreas contracturadas.
Escuchar música suave con auriculares, oír sonidos de la naturaleza, oír cuentos, historias, podcasts, alternar con plantas y con la naturaleza en general. Recurrir a aceites esenciales a ejercicios de meditación, yoga y cualquier otra cosa que nos permita apartarnos de medicamentos para neutralizar la ansiedad.
Ahora circula la noticia de que en China se está poniendo de moda el uso de chupetes para adultos para calmar el estrés y como toda moda se difunde con tanta rapidez, no me extrañaría que estén llegando a través de Temu a nuestra región y pronto comencemos a ver por nuestras calles, adultos prendidos a este novedoso insumo
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