Marcelo Secco: «El gran desafío es faenar 3 millones de cabezas por año en Uruguay con buen valor»

El doctor Marcelo Secco, CEO del grupo Marfrig para el Cono Sur de América, participó de la reciente jornada anual de la UPIC, remarcó que la clave para el futuro de la cadena cárnica está en generar valor, intensificar la cría y consolidar el volumen de faena.
«Obviamente la ganadería está desafiada por un proceso de intensificación», señaló al ser consultado sobre la coyuntura de la cría. Según explicó, la sostenibilidad económica del productor depende de aumentar la productividad: «quien no esté pensando en desafiarse a crecer en productividad, es difícil que defienda sus números». Para Secco, los análisis económicos deben servir para mostrar que el desafío es constante, que «el productor está forzado a seguir creciendo su nivel de productividad. En la cría, ni qué hablar, porque es un proceso biológico más ineficiente, pero en todo el negocio en sí».
El ejecutivo remarcó que el sector industrial también enfrenta retos claros. «El principal desafío que tenemos es generar valor. Vender bien es el primer desafío. Seguir permanentemente buscando en traer los mejores negocios para que la carne, y por tanto que el ganado en Uruguay valga». En esa misma línea, planteó un objetivo estratégico: alcanzar un esquema de faena de 3 millones de cabezas anuales. «Esos 3 millones de terneros que vienen naciendo hace dos o tres años, los podamos de manera económicamente sustentable faenar acá… pasar de un millón y medio que era hace años, a 2 millones y algo, y ahora ir a un esquema de 3 millones de faena por año con buen valor. Ese es el desafío que para los años que me quedan voy a intentar llevar adelante».
La forma de sostener este crecimiento, aseguró, es a través de la transferencia de valor al productor: «Es la única forma. Es generar, es transferir valor como lo venimos haciendo». Para Secco, la transparencia es un pilar de la actividad: «Si hay algo que es transparente en Uruguay son los números. El negocio en Uruguay es muy fácil de mirar». No obstante, advirtió que la concreción de estas metas también depende de la agenda pública: «Hay que esperar un poco que la nueva administración pública se ordene y nos permita retomar agendas comerciales de acceso».
EE.UU. y Europa
Al analizar los destinos de exportación, Secco fue claro «Estados Unidos y Europa son mercados hiper atractivos», afirmó. En el caso estadounidense, explicó que atraviesa un ciclo particular, «van a seguir fuertes porque tienen por lo menos un ciclo de dos años de precios absolutamente récord a nivel interno. Pero desde junio, los índices de inflación empiezan a golpear y cuando los alimentos se ponen caros empieza la curva de consumo a frenarse». De todos modos, confía en que habrá oportunidades para el sector en general, «ojalá podamos encontrar alguna ventana nueva de acceso… con los aranceles que tenemos, si encontramos un nichito va a ser un mercado atractivo».
Respecto a Europa, señaló que la coyuntura también favorece a Uruguay. «Europa tiene un efecto moneda, con un euro apreciado, produce menos carne y necesita importar», explicó. Sin embargo, reconoció que la situación de las cuotas genera limitantes: «La licencia GATT está carísima y eso hace que mucha carne entre de otros países. A nosotros nos queda chico el Hilton, podríamos hacer más entre Brasil y Argentina con otros cortes».
El CEO destacó también la importancia creciente del sudeste asiático: «Oriente y todo el sudeste asiático es una vedette, y después hay que buscar nichos. Los grandes proveedores ya están, sabemos quiénes son en el mundo, pero nosotros tenemos que ir atrás de esa cabecera de puente que otros generan para buscar nichos».
Oportunidades
Consultado sobre la tendencia global hacia carnes con mayor marmoreo, Secco valoró la base productiva uruguaya, en este sentido dijo «estamos bien. Hay que hacerlo primar en el valor comercial, porque implica un trabajo genético y de alimentación que debe ser premiado económicamente». Recordó que en Uruguay ya existen sistemas de tipificación privados en evolución y que el país dispone de una base genética británica excelente.
La alimentación, sostuvo, es otro factor decisivo: «La alimentación misma desafía al productor a producir más y ni que hablar que con estas relaciones de grano-carne como están, con granos baratos en relación a la carne, es un buen elemento para seguir trabajando». A pesar de este potencial, advirtió que persisten barreras para jugar en las «Grandes Ligas», al respecto dijo que «todavía no veo a Uruguay como un país que pueda entrar a competir en grandes ligas, entre otras cosas porque cuando queremos hacerlo nos frenan los aranceles».
Negocio apretado
Secco remarcó que la cadena cárnica atraviesa un momento de tensión, aunque descartó la posibilidad de un escenario crítico similar al de 2022. «Hoy el negocio está apretado. Obviamente en invierno siempre se aprieta porque sube el precio de ganado y a veces no siempre podemos tener mejores precios de exportación», señaló. A su vez, explicó que el nivel de endeudamiento de la industria debe analizarse con cuidado, ya que obedece a distintos factores. Por un lado, «hay parte del sector que ha estado muy complicado porque hay muchas plantas paradas lamentablemente, con gente sin trabajo, y obviamente eso genera deudas comerciales y bancarias». Por otro, recordó que en los últimos años algunas empresas realizaron fuertes inversiones apalancadas en el sistema financiero para mejorar su infraestructura.
Secco aclaró que, a diferencia de otros sectores, la operativa frigorífica requiere un financiamiento de corto plazo para cubrir la compra del ganado, los costos laborales y el proceso de exportación. «En la medida que el precio del ganado sube, obviamente es más necesidad de capital, pero tanto eso como los propios números de toda la cadena están perfectamente monitoreados y visibles, no solo en el sistema financiero sino también en el propio INAC. Es un sector muy fácil de ponerle la lupa».
Consultado sobre la evolución futura de los valores del ganado, Secco evitó realizar pronósticos. «No sé cuánto va a valer. No creo en la foto del 2022, que fue muy abrupto el cambio en el mundo que hubo», afirmó. En su visión, los precios tenderán a estabilizarse, dijo «creo que va a haber un nuevo equilibrio en las relaciones de precio ganado-carne, que ahora están más tensos. Pero no creo en otro escenario, a no ser que acontezca algo externo muy, muy grave, de cambios drásticos».
«El negocio, a este nivel de relaciones de precio, si no sube el precio de exportación, es duro mantenerlo» afirmó Secco. En ese sentido, destacó la importancia de identificar los mercados más rentables, aunque reconoció que los valores semanales de exportación suelen generar interpretaciones apresuradas. «El otro día aparecía un 5000 y pico, y obviamente era el 20%-30% de la carne. Tenemos que seguir buscando esos negocios caros y lo vamos a seguir haciendo, pero la media indica que hay un colchoncito».
Respecto a la posibilidad de sostener el valor del novillo en torno a los 5 dólares por kilo, Secco fue optimista aunque prudente. «Ojalá que sí. Ojalá que se pueda hacer un piso, porque si la tonelada está en el 5000 y pico y la logramos clavar ahí, mantener, ojalá». Sin embargo, advirtió que «no se puede estar todo el año con 39 de fiebre. Hay que calmarla un poco. Pero cuánto duran estos precios, no sé».