
Por Melisa Ferradini.
En agosto se celebra el Mes de la Niñez, una ocasión para recordar que cuidar de los más pequeños es una responsabilidad que nos atraviesa a todos. Más allá de los festejos, esta fecha nos invita a pensar cómo acompañamos sus pasos, cómo sostenemos sus sueños y cómo construimos, junto a ellos, entornos donde puedan crecer seguros, escuchados y queridos. Desde el Centro INTEGRA, la Psicopedagoga Agustina Signorelli y el Psicólogo Franco Santana en dialogo con CAMBIO desean compartir la mirada sobre los desafíos y las oportunidades que vive la infancia hoy, con la convicción de que cada niño, niña y adolescente merece ser reconocido en toda su singularidad y potencial.
-Agosto es el Mes de la Niñez en Uruguay. ¿Qué significa para ustedes esta fecha?
-Es una oportunidad para detenernos a pensar en qué lugar ocupa la infancia en nuestra sociedad. No es solo un momento de celebración, sino también de compromiso: asegurar que cada niño y niña pueda crecer en un entorno que le garantice salud, afecto, educación y oportunidades para desarrollarse plenamente.
-Ustedes trabajan con niños, niñas y adolescentes en distintas áreas. ¿Cómo lo hacen?
-Contamos con un equipo interdisciplinario que incluye psicología, psicopedagogía, fonoaudiología, psicomotricidad y terapia ocupacional. Cada niño que llega es único: algunos presentan dificultades en el lenguaje, el aprendizaje, la motricidad o la regulación emocional; otros necesitan apoyo para transitar momentos difíciles de su vida. Nuestro trabajo es escuchar, evaluar y diseñar un plan de acompañamiento a medida, siempre junto a la familia y la escuela.
-En su experiencia, ¿cuáles son las claves para incluir a todos los niños?
-La inclusión empieza por mirar las potencialidades antes que las limitaciones. Implica adaptar los entornos —ya sea en la escuela, en la casa o en los espacios recreativos— para que todos puedan participar y aprender. También requiere derribar prejuicios: un diagnóstico no es una etiqueta que define quién es un niño, sino una herramienta para entender mejor cómo apoyarlo.
-Mencionan los diagnósticos. ¿Cómo los abordan con las familias?
-Con claridad, respeto y sin tecnicismos. Un diagnóstico bien comunicado no asusta: orienta. Permite abrir caminos para acceder a los apoyos necesarios. No se trata de decir “lo que no puede”, sino de descubrir “cómo sí puede” y qué necesita para lograrlo.
-¿Qué mensaje les gustaría dejar en este mes de la niñez?
-Que la infancia no es un ensayo de la vida, es la vida misma. Los niños tienen derecho a ser escuchados, a equivocarse, a jugar, a recibir atención cuando algo no va bien y a crecer rodeados de adultos que confíen en ellos. Invertir en la niñez es invertir en el futuro, pero sobre todo en el presente de nuestra sociedad.