
Por Cary de los Santos Guibert.
A pocos días después de la venta de los últimos buques «Olimpo» y «Mercurio» de las Mensajerías Fluviales (realizada en Buenos Aires, un 6 de agosto de 1888) Saturnino Ribes ordena a Climaco Beckar, su traslado a Escocia, para gestionar la construcción de dos vapores que se denominaría: Salto y Montevideo.
BOTADURA Y BAUTIZO
El 16 de mayo de 1889, en los astilleros de Ailsa Shipbuilding Co., en Troon, se botó al agua un vapor de pasajeros de doble hélice, el cual fue bautizado con el nombre de «Montevideo» por la señorita Annie Findlay.
DISEÑADO PARA EL TRANSPORTE Y COMERCIO FLUVIAL
Este buque, encargado su construcción a los astilleros escosés por el afamado capitán Clímaco Beckar de Montevideo para la compañía Mensajerías Fluviales del Plata, estaba diseñado especialmente para el comercio y movimiento fluvial de la Cuenca del Río de la Plata. Beckar, vigiló su construcción hasta su botadura al agua y posteriores pruebas de funcionamiento de la maquinaria y de su marcha.
CARACTERÍSTICAS DEL VAPOR MONTEVIDEO
Sus dimensiones eran de 210 pies inglés de eslora, 31 de ancho y 11 de profundidad; tenía cubiertas de paseo y salón tanto en proa como en popa, y estaba dividido en seis compartimentos estancos para mayor seguridad. Para su propulsión, se equipó con dos juegos de motores de triple expansión de David Rowan & Son. Además, poseía un aparejo de goleta y modernos equipos como un sistema hidráulico de carga, un molinete y un aparato de gobierno a vapor. El interior del Montevideo disponía de amplios camarotes para pasajeros de primera y segunda clase, con todas las comodidades de la época, incluyendo luz y timbres eléctricos de corriente continua. Aviso comercial aparecido en el diario salteño «El Avisador «, en el año 1891.