
Por Melisa Ferradini.
En un mundo donde la nutrición muchas veces se reduce a contar calorías o seguir dietas restrictivas y estrictas, Débora Sotelo, Diabetóloga, doctorada en Salud Integrativa, propone un cambio profundo de paradigma de la Nutrición. Su mirada de la Salud desde la Integración que compone al Ser Humano y la Ontología, que excede al cuerpo-mente, ofrece un enfoque que contempla no solamente lo que comemos, sino que lo que pensamos, sentimos, en conjunto con lo que traemos de nuestra historia familiar y ancestral, conforman su realidad presente.
EL PESO DE LAS EMOCIONES
Para Sotelo, el sobrepeso y otros problemas de salud tienen un vínculo directo con lo emocional. Expresa que cuando reconocemos qué ocultamos detrás del sobrepeso, de qué nos protege o nos separa, esa “grasita extra”, podemos entender que no hay peligros afuera; y así, mostrarnos tal cual somos. Ahí empieza el verdadero cambio. Aclara que en sus consultas “no me limito a dar dietas; trabajo guiando en la alimentación adaptada a cada persona; pero el punto de partida son las emociones. Sin trabajar eso, el cambio no se sostiene en el tiempo”.
ANSIEDAD Y LA MICROBIOTA
Sotelo define la ansiedad como “pre-ocupación”, es decir, adelantarse a problemas que todavía no ocurrieron. “Eso provoca que nuestro organismo libere cortisol y adrenalina en exceso. Si esas sustancias reguladoras del estrés, no bajan por la noche, aunque estemos agotados física y mentalmente, no podremos descansar”. Sotelo resalta que el intestino, con su microbiota, es “nuestro segundo cerebro”: “Esta población de seres vivos que convive con nosotros, depende de lo que comemos. Se desarrollará un tipo u otro de microorganismos, como respuesta a nuestra alimentación. Una biota (flora intestinal) equilibrada, lo que llamamos eubiosis, fortalece el sistema inmune, mejora el estado de ánimo y previene enfermedades”. En este sentido, sostiene que “la depresión no se trata con psicofármacos como primera opción; primero hay que sanar el intestino y luego evaluar si es necesaria la medicación”. Afirma que incluso patologías como alergias, enfermedades de la piel o problemas respiratorios pueden mejorar al equilibrar la microbiota.
RAIZ EMOCIONAL Y EL CAMBIO
Uno de los conceptos más importantes para Sotelo es el peso de la historia familiar. “Muchas personas creen que su problema es la falta de fuerza de voluntad, pero en realidad arrastran mandatos, creencias y emociones heredadas. La raíz familiar es muy poderosa: traemos historias, miedos y hábitos que se transmiten de generación en generación. Al hacer consciente eso, la persona recupera el control y puede transformar su relación consigo mismo; por tanto se reconcilia el vínculo con la comida y con el cuerpo”. Sotelo subraya que cada síntoma es un mensaje del cuerpo: “Ninguna enfermedad es un hecho aislado; es el resultado de cómo vivimos”.