
Por Melisa Ferradini.
Procede del griego, la palabra significa literalmente “miedo a la plaza pública” y a menudo se dice que hacer referencia al miedo a los espacios abiertos. Sin embargo, esto es un poco engañoso. La agorafobia es en realidad un trastorno de ansiedad en el que se puede percibir un ambiente inseguro, sin escapatoria, y el miedo asociado a tales lugares o situaciones que podrían causar pánico o hacer sentirse impotente o avergonzado. Esto normalmente significa que para los agorafóbicos es difícil sentirse cómodo en cualquier situación pública. La agorafobia a menudo puede hacer que las personas que la padecen se desvíen de su camino para evitar los lugares y las situaciones que temen y en casos extremos, esto puede llevar a que los pacientes no puedan salir de sus casas.
PRONÓSTICO DE LA ENFERMEDAD
El pronóstico de la agorafobia puede ser muy diferente dependiendo del paciente, en los casos más graves existe la posibilidad de que la persona afectada se refugie en casa y se quiera aislar totalmente del exterior. Cuando se produce esta situación se dificulta mucho el trabajo Psicólogo, ya que este no puede realizar correctamente su trabajo y el tratamiento perderá su posibilidad de éxito.
LAS CAUSAS
La agorafobia normalmente empieza después de que el paciente experimente uno o más ataques de pánico y empiece a temer tener más. Cuando este miedo empieza a afectar al comportamiento, como evitar lugares que el paciente asocia con el ataque, la agorafobia se puede diagnosticar. De esta manera, se puede decir que es una complicación del trastorno de pánico.
SÍNTOMAS
Los síntomas típicos de la agorafobia comprenden el miedo a:
•Salir de casa solo
•Multitudes o esperar en una fila
•Espacios cerrados, como cines, ascensores o tiendas pequeñas
•Espacios abiertos, como estacionamientos, puentes o trenes
•Usar el transporte público, como autobuses, aviones o trenes
TRASTORNOS DE PÁNICO Y AGORAFOBIA
Algunas personas tienen trastornos de pánico además de agorafobia. Los trastornos de pánico son un tipo de trastorno de ansiedad en los que se sufren ataques repentinos de temor extremo, que alcanzan su punto máximo en unos minutos y desencadenan síntomas físicos intensos (ataques de pánico).
Puedes sentir que estás perdiendo el control por completo y que estás teniendo un ataque cardíaco o, incluso, muriendo. El temor de tener otro ataque de pánico puede llevarte a evitar situaciones similares o el lugar donde te ocurrió en un intento por evitar futuros episodios.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
Si se está experimentando ansiedad o ataques de pánico, es importante buscar ayuda de un médico o de un especialista. Se puede recomendar la terapia cognitivo conductual (TCC) u otras técnicas de psicoterapia, como la relajación aplicada. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos. También hay una serie de grupos de apoyo disponibles, que muchas personas con trastornos de ansiedad encuentran beneficiosos al contacto.
El médico puede recomendar varias técnicas de autoayuda que pueden formar parte de la terapia. Estas incluyen ejercicios de respiración, técnicas de conexión con la tierra, control de los pensamientos y el desafío al miedo