
Por Andrés Torterola.
La referente regional de personas viviendo con VIH Sida Marisol Alves fue diagnosticada hace 23 años, a partir de ese momento fue la fundadora del grupo de autoayuda “Esperanza y Vida” y se dedicó completamente al estudio de la enfermedad, la medicación, las historias de contacto, CAMBIO la entrevistó para saber que sucede en la actualidad con la enfermedad.
AUTOAYUDA
Alves era consumidora problemática de sustancias nocivas para la salud, en oportunidades se inyectaba y fue en una de esas sesiones de consumo que compartió una jeringa con su novio que era brasileño. “Cuando mi novio me comunicó que tenía sida, le pedí a mi madre que me acompañara al hospital, ya hacía un año había dejado el consumo, me dieron el diagnostico el 26 de junio de 1998. En esa época concurrí a una comunidad de autoayuda que fue fundamental por la contención que recibí en un momento crucial y de incertidumbres con relación a la enfermedad”. En el momento actual donde miles de jóvenes sufren el consumo problemático de drogas surgen las preguntas, ¿Qué pasó con el sida? ¿Es una enfermedad vigente aún?
POBLACIÓN INESTABLE
En ese sentido Marisol Alves dijo que científicamente se maneja la idea que, en la actualidad con la medicación, cuando una persona con VIH alcanza a estar indetectable no trasmitiría el virus, es decir, la carga viral es tan baja que no es suficiente como para efectivizar una trasmisión. Alves dijo que personalmente piensa que es una posición un tanto vidriosa, porque los valores de carga viral y población son inestables, no depende solamente de tomar o no la medicación y de tomarla bien, sino también depende de los estados emocionales.
LIMPIAR LAS JERINGAS
Poniéndonos en esta hipótesis también debemos pensar que las personas que están viviendo una situación de consumo problemático de sustancias, se les debe hacer muchísimo más difícil tener una buena adherencia y llevar el tratamiento de la forma necesaria como para poder alcanzar la indetectabilidad de la carga viral, siguen siendo una población de riesgo por ese motivo deberían seguir existiendo políticas y programas de reducción de daños, se llama reducción de daños acompañar y fortalece a la persona para que pueda encontrar ayuda y sepa que existe un camino de recuperación posible, pero mientras no se encuentre una salida, las acciones debe ser explicarles en el caso de las adicciones a drogas inyectables de qué manera se debe limpiar las jeringas, en caso de no tener agujas descartables. Alves dijo que en Uruguay nunca se trató con la importancia debida a las personas en situación de consumo problemático ya con un diagnóstico y en la prevención del mismo, nunca hubo políticas reales, si aproximaciones o intentos, si lo hubieran hecho se habrían acercado mucho más a las comunidades de Narcóticos Anónimos y Alcohólicos Anónimos que son los que llevan en el alma el compromiso por la recuperación de la vida de los que están sufriendo.