lunes 25 de noviembre, 2024
  • 8 am

Recordando a “Juanita”

Sol

La conocimos en aquel tiempo adolescente, cuando como condiscípulos de su hermana Mima, integrando un magnífico grupo de estudiantes, compartíamos las tardes reunidos en la casa de calle Varela donde su papá, don Tufic Emed, nos recibía haciendo gala de su cordialidad. Pasó el tiempo y muchos años después, también supimos de su amistad en el hogar que juntos formaron con Néstor.
Más acá en el tiempo, invitados por amigos nos acercamos a la Escuela 97, para dar una mano en la Comisión Fomento y fue allí que la conocimos en toda su dimensión.
Liderando aquel grupo de maestros, padres de alumnos y vecinos, Juanita presidió aquella comisión exhibiendo toda su capacidad y calidez humana, que ponía de manifiesto en cada gesto, que rubricaba con una sonrisa. En extensas reuniones que comenzaban a la mañana y culminaban a la tarde, encarando todos los problemas, desde los más pequeños a los más complejos, como organizar la Colecta Anual, para solucionar cosas menores, rotura de vidrios u otros menesteres, como también ocuparse de temas más complejos, originados en el relacionamiento con las familias de los alumnos, que afrontaba con responsabilidad y firmeza. Cada día al retirarse recorría los salones de clase recibiendo el afecto de maestras y muchos: “te quiero” de los niños, que estoy seguro ella guardaba en su corazón.
Antes de irse nunca olvidaba hablar de sus nietos que como la escuela, eran la razón de su vida. Presidió la Comisión Fomento de la Escuela No, 97 durante más de 15 años y aún alejada por el paso de los años, siempre estuvo cerca.
Fue una guía de directores y maestros, quienes cuando se encontraban con algún problema difícil de resolver, hallaban en Juanita el consejo sabio y la palabra calma que los ayudaba.
En los últimos años, coincidíamos en la esquina de su casa y allí al reconocerme, me saludaba con una afable sonrisa, me invitaba que la acompañase hasta la puerta del colegio donde recibía a sus nietos y mientras caminábamos me preguntaba sobre su querida Escuela.
Hace algunos años CAMBIO la distinguió con un merecido reconocimiento.
Juanita ya no está entre nosotros, pero permanece en cada lugar donde trabajando, dejó su huella. Juanita está en las obras sociales que la contaron como luchadora incansable.
Probablemente nadie la conoció, como los niños de la escuela.
Ellos supieron de su entrega y bondad e interpretaron mejor que nadie cada uno de sus gestos, supieron del cariño que encerraba cada una de sus acciones.
Estamos seguros que donde se encuentre, estará acompañada de sus seres queridos que se fueron antes, rodeada del amor que sembró, del afecto que le regalaron los niños, entre ellos los pequeños de nuestra Escuela No. 97. Para escribir sobre su vida fueron necesarias muchas palabras. Para decirle adiós, quizá sólo dos sean suficientes.
Norberto Sagnol.
Interpretando el sentir de niños, maestros, padres y Comisión Fomento de Escuela Especial Nº 97.