Por Melisa Ferradini.
El tango es un género musical y una danza, característica de la región del Río de la Plata y su zona de influencia, pero principalmente de las ciudades de Buenos Aires (en Argentina) y Montevideo (en Uruguay). El tango revolucionó el baile popular introduciendo una danza sensual con pareja abrazada que propone una profunda relación emocional de cada persona con su propio cuerpo y de los cuerpos de los bailarines entre sí. Gary Etchegaray (35) y Angelina Díaz (29) son bailarines profesionales y docentes de tango que conforman una pareja con 10 años de trayectoria dictando clases y realizando actuaciones a nivel nacional e internacional. En esta entrevista con CAMBIO nos relatan, cómo es el don de enseñar y nos enfatizan que sin disciplina, práctica y perseverancia no se llega a profundizar en el arte de bailar tango.
-¿Cómo se iniciaron y desde cuándo practican el tango?
-Llevamos 10 años desde que comenzamos esta aventura llamada tango. A lo largo de estas décadas la hemos instruido con diferentes docentes. Nuestro inicio fue con Ivana Piñón a través de los talleres que se dictaban a través de la Intendencia de Salto. Luego de unos años el taller dejo de dictarse y decidimos tomar las riendas de nuestro destino hacia el aprendizaje, perfeccionarnos en nuestro arte y seguir creciendo.
-¿Cuál ha sido su formación en esta área?
-Angelina por su lado ya tenía formación en danzas desde hace muchos años atrás. Hemos tenido y aprendido de muchos maestros a través de seminarios con grandes referentes a nivel mundial del tango. Hoy en día nos seguimos formando y somos parte de la formación del Cruce Tango, una formación que se encarga de preparar a bailarines profesionales para participar de la compañía del Cruce Tango y de los shows que se realizan en Buenos Aires. De la mano de sus directores, Facundo Piñeiro y Vanessa Villalba que actualmente son nuestros maestros los cuales son muy reconocidos a nivel mundial. A nosotros nos deja muy contentos de poder estar recibiendo conocimiento, experiencia y nunca dejar de aprender. Ya que en esto de arte nunca se tiene que dejar de adquirir conocimientos porque si no nos estancamos y no avanzamos. Por eso es fundamental seguir formándonos, nunca dejar de aprender y siempre seguir estudiando y capacitándonos. Por eso hoy en día nuestra felicidad es poder tener la oportunidad de estar participando en esta formación y seguir creciendo en esto que es bailar tango.
-El tango es un baile de pareja, ¿qué importancia tiene para ustedes el «entenderse» con la pareja de baile?
-Hay que tener algo bien en claro. Ser pareja en la vida como; novios, marido y mujer, estar juntos compañeros no significa que sea una buena pareja de baile. Hay que aprender a distinguir entre estas situaciones ya que muchas personas van y se encuentran con esta situación de porque son pareja van y deciden aprender a bailar tango. Como son pareja de la vida piensan que el tango va a fluir mucho más rápido. En realidad no pasa eso, a veces genera un poco de tranca ya que hay un exceso de confianza en la pareja para decirse las cosas. Por eso es importante también cuando uno va aprender tango no solamente hacerlo con la pareja sino también con otras personas. El método que se utiliza es rotar, cambiar con las personas. Esto nos permite enfocar un poco más a la hora de aprender.
“Hubo un antes y un después en nuestras vidas desde que bailamos tango”
-¿Cuáles son los puntos positivos y negativos de su trabajo?
-Los puntos positivos son muchos. Lo positivo es que aprender a bailar tango desde nuestra experiencia aumenta la empatía. Nos acerca más hacia los demás. Nos hace desinhibirnos. Rompemos esa barrera que nos envuelve y nos mantiene en nuestra zona de confort seguro. Al tener contacto con otras personas estas abierto a recibir abrazos. Venís a las clases de tango luego de un día malo o terrible, que te pasaron muchas cosas llegas y en esa hora y media que estas en clase de a poquito esa energía se te empieza a ir y cuando finaliza la clase resulta que salís con una energía renovada. Salís mejor, menos tenso. El tango permite acercarte al otro, estar cerca. El tango tendría que estar en todos lados; en las escuelas, liceos, en los hogares de ancianos, de niños. En los lugares de personas con capacidades diferentes. Hay un antes y un después en nuestras vidas cuando bailamos tango. Lo negativo seria el poco acceso al género, la poca difusión que tiene el tango a nivel nacional. Siendo una danza y un género nuestro. Hay un déficit en el apoyo cultural hacia el tango. Nos encantaría que hubiera acceso a clases gratuitas en la ciudad.
-¿Creen que todo el mundo puede aprender a bailar tango?
-Todo el mundo puede aprender a bailar tango. Obviamente si existe algo que lo imposibilite físicamente no se podría. El año pasado tuvimos la oportunidad de participar del Mundial de Tango en Buenos Aires 2022. Participamos en los rubros tango escenario y tango salón. Mucha cantidad de parejas con un nivel excelente. En esa oportunidad pudimos conocer a una bailarina que se presenta hace varios años en el mundial que baila en silla de ruedas. Ella tiene un grupo de bailarines en silla de ruedas. Hace tango sobre ruedas. Eso realmente te demuestra que si uno quiere uno puede. No hay restricciones. Los límites se los pone uno. Por lo tanto todo el mundo puede aprender a bailarlo. Todos podemos bailar tango si tenemos disciplina y dedicación.
-¿Qué estilos de tango bailan socialmente?
-Nosotros socialmente bailamos los 2 géneros; tango escenario y tango salón. El tango salón es el tango pista en el cual se va a bailar la milonga el espacio social donde se baila tango milonga y vals. Es el baile tanguero que más se baila. Tiene más de 100años. Se baila en los salones de todo el mundo. Es un baile más social, estamos todos juntos bailando en una pista en un orden y respetando hacia la pareja que va adelante o hacia atrás. La circularidad en la pista es fundamental para mantener el orden. El tango es una danza de desplazamiento, nosotros nos movemos mucho dentro de la pista. También el tango de exhibición que nosotros brindamos, el tango escenario es más truco hacia el aire. Nosotros incursionamos en estos estilos pero realmente nos gustan todos del tango. No discriminamos el estilo, nos gustan todos. El tango es una danza que se construye día a día. Nos gusta se seguir avanzando, en el tango no está todo inventado. El tango es infinito como todo arte. En los estilos es importante aprender mucho para poder encontrar su propio estilo no parecerse a alguien sino ser uno mismo.
-¿Qué consejos darías a alguien que quiere ser bailarina o bailarín profesional de tango?
-El consejo que les damos es que estudien. Que se formen que investiguen. Que si quieren ser bailarín profesional de tango realmente requiere mucho trabajo, mucho estudio. Estar abiertos a críticas constructivas, estar abiertos a que te corrijan. Estar abierto a mejorar y perfeccionarse. Saber que lleva mucho tiempo encontrar el estilo que uno quiere. Saber que a través del tango te abre puertas a otros lugares, etc. Es importantísimo la formación y no quedarse con la visión personal. Hay que animarse a ser un gran profesional de este arte que es bailar tango.