De no contarse con la gestión de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, en Salto el nivel del río Uruguay podría haber llegado a los 17 metros sobre el cero hidrográfico y por lo tanto haber afectado a entre 3.500 y 4.000 personas más por la inundación. Este escenario adverso fue evitado en con la gestión del embalse, que permitió recortar los picos de las ondas de crecida, según lo destacó a El Telégrafo el delegado uruguayo en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM) Daniel Arcieri.
MANIOBRAS
Cuando en la cuenca media y alta se genera una onda de crecida la CTM de Salto Grande inmediatamente comienza a liberar más agua de la que recibe en ese momento, vaciando el lago al mínimo. De esta forma cuando toda esa agua llega al embalse, pueda ser contenida, recortando así la crecida y arrojando como resultado la evacuación de un menor número de personas afectadas. Se trata de un trabajo técnico que se basa en previsiones meteorológicas e hidrológicas que a pesar de tener incertidumbre, permiten anticiparse a la llegada de esas crecidas. Sin embargo no siempre es posible atenuar tanto una creciente, porque a veces se generan en la cuenca inmediata cuando todavía se está conteniendo la onda de crecida anterior o porque los volúmenes de agua que se reciben son demasiado altos por demasiado tiempo y el lago no tiene una capacidad infinita para contener. Por otra parte, es imposible tener certezas de cuánto va a llover en determinado tramo de la cuenca más allá de los diez días y aún así, siempre puede ocurrir que llueva más de lo previsto. En esta oportunidad, mediante las maniobras mencionadas en la ciudad de Salto fue posible reducir entre 1,4 y 1,6 metros los niveles máximos alcanzados por el río, lo cual significó una disminución en el entorno a los 3.000 a 4.000 personas desplazadas.
CUENCA CON GRANDES APORTES
Respecto a la evolución del escenario en la cuenca del río Uruguay a partir de la incidencia de estos fenómenos, Gabriel Sardi, gerente general uruguayo en CTM señaló que la cuenca “viene siendo afectada por el fenómeno climático ‘El Niño’, en el último trimestre, con lluvias muy por encima de lo normal y caudales de aportes al embalse de Salto Grande que han sido récord en cuanto a su permanencia en el tiempo, generando inundaciones y evacuados en la zona”. Destacó que entre octubre y noviembre se registraron tres ondas sucesivas de crecientes, que afectaron localidades del litoral norte uruguayo como Bella Unión, Salto y Paysandú. A partir de los pronósticos hidrológicos, que se actualizan de forma diaria, y la gestión de embalse de Salto Grande, la Comisión trabajó para minimizar los efectos adversos de estas crecidas. Estas operaciones permitieron amortiguar la altura del río Uruguay, reduciendo los niveles en las localidades que se encuentran aguas abajo de la represa.
PROYECCIONES
En los últimos tres meses se han registrado máximos históricos de promedios mensuales en el caudal de aporte al embalse de Salto Grande, de 13.000 m3/s (metros cúbicos por segundo) en setiembre, 16.600 m3/s en octubre, y 23.000 m3/s en noviembre, el valor más alto en el año. Esta última crecida empezó en setiembre, es la más larga que hemos tenido y ahora está en la etapa final. Todo indica que el cambio climático contribuye al aumento exponencial de lluvias y a la generación de la crecida de ríos. Las previsiones realizadas por la CTM de Salto Grande son que el caudal del río Uruguay irá aumentando y se generarán eventos más extremos.
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