
Por Andrés Torterola
Aproximadamente 800 niños de diversos barrios de Salto se encuentran actualmente en una situación de emergencia alimentaria, dependiendo en gran medida de la solidaridad de los vecinos y empresarios locales que colaboran con las ollas populares y merenderos de la ciudad. Esta alarmante situación fue confirmada a CAMBIO por Rosalía Rodríguez, la referente del merendero “Sumando Esperanzas”. La situación de vulnerabilidad se expuso ante la dureza de los fríos que se vienen registrando y donde hay una población importante de personas -fundamentalmente niños- que dependen de la alimentación de las ollas y la colaboración que se recibe de ropa y abrigo.
OLLAS NO DAN ABASTO
Rodríguez destacó la importancia de estas iniciativas comunitarias, que se han convertido en un pilar fundamental para garantizar que los niños reciban al menos una comida diaria. Sin embargo, la demanda continúa creciendo, y se hace imperativo encontrar soluciones más sostenibles y de largo plazo para enfrentar esta crisis. Las ollas populares y los merenderos, gestionados en su mayoría por voluntarios, están esforzándose al máximo para satisfacer las necesidades, pero requieren un apoyo constante y más recursos para poder ampliar su alcance y mejorar la calidad de la asistencia que brindan.
FAMILIAS NUMEROSAS
Al merendero “Sumando Esperanzas” asisten regularmente 120 niños.
Debido a la ola de frío que afecta a la región, en muchas ocasiones los padres optan por recoger la merienda en lugar de sus hijos ya que a las 17:00 horas las temperaturas suelen ser muy bajas. Rodríguez destacó que hay familias numerosas que dependen de este merendero, con algunas teniendo cinco o seis niños, y una familia en particular con nueve niños. Son personas que trabajan haciendo changas, las familias más numerosas son del barrio Chinchurreta, las otras son de “La Tabalada”, del barrio Quiroga. Es doloroso ver a estos pequeños tomando su merienda sentados en la vereda, vistiendo ropa de abrigo insuficiente para el clima. La situación se agrava aún más al considerar la escasez de recursos con los que cuentan estas familias. En este contexto, Rodríguez enfatizó la urgente necesidad de organizar una campaña de recolección de ropa de abrigo para proporcionar a estos niños las prendas necesarias para enfrentar el frío.
ROPA, CALZADO Y FRAZADAS
Actualmente, existen aproximadamente 17 merenderos en Salto. Si se hace un recuento de las personas que asisten a estos lugares, se puede visualizar que alrededor de 800 niños dependen diariamente de estos espacios para recibir su merienda. En el merendero «Sumando Esperanzas,» la atención se brinda tres días a la semana. Según Rodríguez, si las donaciones fueran mayores, se podría mejorar significativamente la situación. Durante esta época del año, los niños llevan a casa leche achocolatada caliente acompañada de tortas fritas, bollos o pan con dulce. Sin embargo, además de la alimentación, estos niños enfrentan problemas con la vestimenta de invierno, calzado y frazadas.
DONACIONES
El próximo mes se celebra el Día del Niño, y sería excelente que todas aquellas personas que puedan, se acerquen a brindar su colaboración. Una mayor cantidad de donaciones podría transformar la calidad de vida de muchos niños y familias en situación de vulnerabilidad, ofreciendo no solo alimentos, sino también el abrigo necesario para enfrentar el invierno.