jueves 12 de diciembre, 2024
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Menopausia: Qué puede sentir y cómo mejorarlo, más allá de las tuforadas

Colegio Médico del Uruguay
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Dr. Víctor Recchi.
Consejero Regional Norte
Colegio Médico del Uruguay
En la comunicación anterior hablamos que la menopausia básicamente se explica por la disminución o falta de algunas hormonas en la mujer. Esas hormonas estrógenos y progesterona se producen en los ovarios de las mujeres en edad reproductiva y cuando cesa la función ovárica de producción hormonal también cesa la función reproductiva.
Estas hormonas afectan varios órganos y sistemas del cuerpo de la mujer. Son múltiples los órganos blancos de las hormonas pero los que las mujeres perciben más son los que estamos tratando en estas comunicaciones
Ya hablamos de los calorones o tuforadas. Otra manifestación importante de la falta hormonal en el cerebro es la disminución de la memoria y la atención que llamaremos niebla mental.
La niebla mental de la menopausia es un grupo de síntomas que ocurren alrededor de la época de la menopausia, que incluyen dificultad para recordar palabras y números, alteraciones en la vida diaria (extraviar elementos como llaves), dificultad para concentrarse (distracción mental, perder el tren de pensamiento, tendencia a estar más distraída), dificultad para cambiar de actividad, olvidar el motivo al hacer algo (por ejemplo, por qué entró en una habitación) y olvidar citas y eventos.
Los estudios de investigación encuentran que, de hecho, la memoria de las mujeres cambia en la menopausia, por lo que estas quejas son reales, no están en su imaginación.
La niebla mental es común en la mediana edad. Estos molestos problemas pueden afectar su calidad de vida. Sin embargo, suelen ser bastante leves y mejorarán en poco tiempo, de lo contrario es necesario consultar a su médico.
APARATO GENITAL Y URINARIO
Las hormonas juegan un rol fundamental en el funcionamiento del aparato genital y urinario y es seguramente uno de los sectores del organismo que más sufre pero que menos consultas registra por parte de las mujeres. Quizá por vergüenza, pudor o porque se resignan a sufrir creyendo que no hay solución. El aparato genital y la vejiga mantienen su función y su posición por acción de las hormonas.
Cuando las hormonas declinan, como en la edad de la menopausia, comienza un lento pero continuo deterioro de las estructuras y de las funciones que a la larga terminan en síntomas que afectan mucho la calidad de vida de las mujeres.
La falta de hormonas produce disminución del espesor y elasticidad de la mucosa de la vejiga, vagina y vulva. Disminuye el colágeno y la elastina entre otras sustancias que lleva a lo que se denomina “atrofia” del aparato genital y urinario.
De esta manera cambia el medio alcalino de la vagina a un medio acido lo que cambia la flora y predispone a las infecciones urinarias y vaginales en esta etapa de la vida.
Los síntomas en el sector urinario están dados por dolor o ardor al orinar, necesidad de orinar más seguido y en pocas cantidades. Estos síntomas pueden ser dados por una infección de la vejiga predispuesta por las modificaciones producidas por la falta de hormonas (cistitis), o simplemente por atrofia de la mucosa vesical derivada de la propia falta hormonal.
Conjuntamente, la falta de hormonas, en algunas mujeres actúa sobre el sostén de los músculos del piso pelviano. De esta manera permite un descenso de los órganos que llevan a la incontinencia de orina leve, y en ocasiones contribuye junto con otros factores, (del tejido de sostén propio de la mujer y los partos que haya tenido) a la formación del prolapso.