La otitis externa es una infección del conducto auditivo, la abertura tubular que transporta sonido del exterior del cuerpo hasta el tímpano. Diferentes tipos de gérmenes pueden causar esta infección. La otitis externa (oído de nadador u otitis del nadador) es frecuente en los niños que pasan mucho tiempo dentro del agua. Si hay mucha humedad dentro del oído, la piel de su interior se puede irritar, permitiendo la entrada de bacterias u hongos. Ocurre más a menudo durante el verano, cuando la gente nada más.
SINTOMATOLOGÍA
El síntoma principal de la otitis externa es el dolor de oído. Puede ser grave y empeorar cuando se tira de la parte externa del oído o se ejerce presión sobre ella. Masticar puede resultar doloroso. A veces, el conducto auditivo pica antes de que empiece a doler. La inflamación del conducto auditivo puede hacer que un niño se queje de que le molesta el oído o de que lo nota «tapado». El oído externo se puede poner rojo o hincharse, y los ganglios de alrededor del oído pueden aumentar de tamaño y doler cuando se tocan. A veces, el oído supura; la supuración puede ser transparente al principio, pero luego se puede volver turbia y amarillenta, del color del pus.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Ponerse gotas de una solución diluida de ácido acético, de venta sin receta médica, o alcohol en los oídos después de nadar puede ayudar a prevenir la otitis externa, sobre todo en los niños propensos a contraer este tipo de infecciones.
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