lunes 28 de abril, 2025
  • 8 am

Especialista en dermatología sugiere sus recomendaciones sobre cómo proteger la piel ante efectos del otoño-invierno

Edicto Matrimonio

Por Melisa Ferradini.
El frío impacta de manera directa en nuestra piel: sequedad, irritación, enrojecimiento y descamación son algunos de los efectos que provoca el frío. En diálogo con CAMBIO, La Dermatóloga Dra. Lucía Suárez nos explica cuáles son los cuidados esenciales para mantener la piel sana durante esta estación, la importancia de la hidratación, el uso de protector solar todo el año, los tratamientos recomendados en esta época y los errores más frecuentes que se deben evitar.
EL FRÍO
Con la llegada del frío, nuestra piel sufre cambios que a veces se notan más de lo que pensamos. Las temperaturas afectan la piel y tenemos que cuidarla y protegerla. Según la Dra. Suárez, “los principales efectos del frío son la sequedad y el enrojecimiento”. Explicó que la piel no retiene la humedad como debería, lo cual hace que se sienta tirante y propensa a irritaciones. “Al no tener una barrera cutánea adecuada, se descama y se vuelve más vulnerable”, relata, enfatizando que este proceso es algo totalmente natural en respuesta a las temperaturas bajas.
CUIDADOS
En cuanto al cuidado diario, la dermatóloga indicó que “lo primero es mantener la piel bien hidratada”. Para ello, nos recomienda usar cremas o lociones específicas que se ajusten a nuestro tipo de piel. “Si tienes la piel seca, una crema con mayor contenido graso es ideal, pero si es grasa, conviene algo más liviano para evitar la incomodidad”, explicó. También destacó la importancia de aplicar aceites y de evitar ducharse con agua muy caliente, ya que esto acentúa la sequedad. “Y, por supuesto, no olvidar protegerse del viento y del frío”, enfatizó. Sobre el enrojecimiento, comentó que se debe en gran parte a las transiciones bruscas entre ambientes. “Cuando sales al frío y entras en un lugar con aire acondicionado, los vasos sanguíneos se contraen con el frío y, al calentarse, se dilatan rápido, produciendo esa rojez en la piel”, afirmó.
COMBATE
Para combatirlo, sugirió reducir esos cambios de temperatura en la medida de lo posible y, en caso de que sucedan, recurrir a productos como agua termal o lociones con hierbas –manzanilla, tilo, malva– que ayudan a desinflamar. Respecto a la irritación y la picazón, la Dermatóloga hizo hincapié en lo importante que es no rascarse cuando la piel está irritada, ya que esto solo empeora la situación. «Si notas picazón, lo mejor es calmar la piel con productos a base de avena, ya sea en crema o en agua de avena, para que se descongestione y se alivie», aconsejó. También mencionó que la descamación ocurre cuando la barrera cutánea se debilita, permitiendo la entrada de agentes externos. Por ello, manteniendo la piel hidratada y usando protector solar –que siempre debe aplicarse, incluso en invierno, con un factor mínimo de 30– se ayuda a prevenir que la piel se dañe aún más. Además, la Doctora recordó que ciertas enfermedades de la piel, como la dermatitis atópica, la psoriasis y la rosácea, pueden empeorar durante el invierno. “Las pieles secas son las más propensas a sufrir estas complicaciones, así que es importante cuidar cada caso de forma personalizada”, explicó.
RUTINA Y TRATAMIENTOS
En cuanto a la rutina diaria, explicó que lo ideal es tener una higiene facial constante, usando jabones suaves –nunca el jabón común– y adaptando el producto a tu tipo de piel, ya sea en gel, crema o loción. “Por la mañana no olvidar el protector solar; y, por la noche, una buena hidratante, quizás acompañada de un serum de vitamina C o ácido hialurónico, si lo tolera tu piel”, señaló la especialista. Su consejo final fue mantener la simplicidad: “No es necesario inundarse de productos; la rutina básica de limpieza, protección e hidratación es suficiente y efectiva”. Respecto a los tratamientos, la Dermatóloga comentó que el invierno es una buena época para realizar procedimientos como limpiezas de cutis, peelings o ciertos láseres, sobre todo para tratar manchas como el melasma. “Estos tratamientos funcionan mejor en invierno, ya que la piel queda menos expuesta al sol”.