
La reforma de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios vuelve a encender críticas, especialmente entre el grupo conocido como los cincuentones, quienes se manifestaron frente a la Torre Ejecutiva. Desde el colectivo se advierte que el proyecto del Ejecutivo impone un “triple castigo” a quienes hoy tienen entre 50 y 60 años. Según explicaron, la iniciativa adelanta la transición jubilatoria para los nacidos entre 1967 y 1973, lo que implica que deberán trabajar más años, aportar más y además recibirán menos por efecto de una nueva carga adicional.
INCONVENIENTES
Mientras que la ley general 20.130 establece que la transición comienza con los nacidos en 1973, el nuevo proyecto la adelanta seis años. Los del 67 se jubilarán a los 61, los del 68 a los 62, y así hasta los del 73, a quienes se les corre la edad de retiro sin aviso previo. Además, el proyecto propone llevar los aportes activos a un 22,5% sobre fictos altos, lo que, a juicio del colectivo hará inviable mantenerse en actividad para muchos profesionales. Una parte significativa de los 100.000 profesionales inactivos actuales abandonaron la Caja justamente por los altos costos, y que seguir subiendo las cargas va contra el objetivo de ampliar la base de aportantes.
DIFERENCIAS
El colectivo también cuestionó que la reforma no contemple las diferencias entre independientes y dependientes. Un profesional que trabaja para el Estado aporta al BPS y se jubila a los 60. Sin embargo agregan que ellos haciendo lo mismo como independientes, tenemos que aportar más y esperar más para retirarnos. Además, advirtió por la carga fiscal que ya soportan los pasivos profesionales. Desde la creación del Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS), estima que se han transferido 600 millones de dólares al BPS desde la Caja Profesional.