
Por Melisa Ferradini.
El Batallón “Ituzaingó” de Infantería N. º 7, con asiento en Salto, es una de las unidades militares más reconocidas del interior del país. Este 2025 se cumplen 80 años de la inauguración de su actual espacio físico, lo que refuerza su vínculo histórico con la comunidad salteña. En diálogo con CAMBIO, el Jefe del Batallón de Infantería N. º 7, Teniente Coronel Alberto González, compartió detalles sobre el funcionamiento actual de la histórica unidad, su estrecha vinculación con la sociedad salteña, las múltiples tareas que desarrolla y el papel clave del Ejército en misiones de paz internacionales. Compartió detalles sobre las tareas que desarrolla la unidad, que van desde la preparación para la defensa nacional hasta el apoyo constante a la sociedad civil, con énfasis en el sentido de pertenencia, la formación de sus efectivos, el papel clave de apoyo y la presencia en la comunidad.
MÁS ALLÁ DE LO MILITAR
El Jefe Militar destacó que, además del entrenamiento constante y las funciones estrictamente militares, el Batallón Nº 7 cumple un rol social muy relevante: “Entrenamos, pero también capacitamos a nuestra gente en distintas áreas: cocina, electricidad, albañilería. Muchos no se quedan en el Ejército, pero se van con herramientas que los ayudan a insertarse laboralmente”, explicó. Esta formación también es una forma de devolverle algo a la sociedad, enfatizó. La unidad, además, participa activamente en situaciones de emergencia, como inundaciones o fenómenos climáticos, brindando apoyo logístico, evacuación y alimentación. “Nuestra cocina ha alimentado a cientos de evacuados en la difícil situación de la crecida del río Uruguay.
PRESENCIA EN LA FRONTERA
Otro eje importante de la actividad del Batallón es el patrullaje en zonas de frontera. “Nuestro rol allí es principalmente disuasivo. Podemos pedir documentación, detener si es necesario y actuar según lo que marca la ley dentro de nuestra área de responsabilidad”, explicó. Y agregó: “La frontera con Brasil es seca, muchas veces es solo un camino, y ahí nuestra presencia es clave”. Durante la pandemia, el Batallón también tuvo un papel fundamental reforzando controles en puntos estratégicos como Rivera, en un esfuerzo conjunto con otras unidades del país.
MISIONES DE PAZ
El testimonio más conmovedor de la entrevista surgió cuando el Teniente Coronel habló sobre el regreso de los efectivos que participaron en misiones de paz de la ONU, particularmente en el Congo. “Tuvimos 12 efectivos, ya regresaron 7. Lamentablemente uno falleció allá, miembro de la Unidad de Montevideo, oriundo del Departamento de Treinta y Tres, y eso nos golpeó profundamente. Somos como una familia. La reinserción es compleja, porque luego de 16 meses, la vida sigue su curso aquí, y volver a ocupar ese lugar no es sencillo”, relató. Las misiones de paz, afirmó, tienen una dimensión humana muy profunda: “Es un tema económico también, claro, pero allá se generan lazos muy fuertes. El afecto que recibimos de niños y adultos es inmenso”.