sábado 9 de noviembre, 2024
  • 8 am

Eso no es emergencia

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
La conducta política del Presidente Vázquez en estas postrimerías de su mandato, nos han dejado pensando si está en su sano juicio o si acciona mal asesorado. Al proyecto de modificar la ley del Fondo Nacional de Recursos al que nos referimos el domingo pasado y que adolece de una evidente inconstitucionalidad, ahora, apremiado por una realidad que se le fue de las manos, dispuso declarar en Estado de Emergencia la grave situación vinculada a la violencia de género. Declarar algo significa reconocer que ese algo ya existía. Por tanto, su decisión llega muy tarde, pero lo que es peor, no son en sí mismo medidas de emergencia, sino soluciones que no tienen aplicación concreta y rápida. Y eso es muy grave porque en verdad, el tema de la violencia de género es un problema de Derechos Humanos.
Cuando hablamos de una emergencia nos referimos a una situación que se presenta repentinamente, requiere un inmediato tratamiento o atención y lleva implícito una alta probabilidad de riesgo de pérdida de vidas. ¡Esta es la verdadera realidad en materia de violencia de género!
Las medidas tomadas por el Presidente nada tienen con ver con esa esencia fundamental, y reconocen el fracaso de la política del gobierno frentista, en cuanto señala expresamente: «Todas las respuestas del Estado han resultado insuficientes ya que la prevalencia de la violencia de género continúa siendo muy alta en Uruguay, tratándose de un problema estructural complejo que ha mostrado llegar a una meseta que no disminuye”. Entonces, Vázquez dispone: promover una reunión «de alto nivel» entre Presidencia, la Suprema Corte de Justicia y Fiscalía General de la Nación para coordinar acciones y hacer más eficiente el proceso de acceso a la Justicia. Esto no es una medida de emergencia, pues la reunión, si se concreta, puede demandar tiempo en cuanto a la toma de decisiones de rápida aplicación. Dispone ampliar el programa de tobilleras electrónicas (o sea comprar 200 tobilleras, lo que sí es la única y real medida de emergencia), difundir medidas de seguridad para que las mujeres protejan sus vidas (esto se hace desde hace tiempo y no ha dado resultado positivo), ofrecer cursos virtuales a educadores que contribuyan a cambiar pautas socioculturales (cualquier curso supone un tiempo que ya no se puede esperar, por lo cual no es emergencia), identificar situaciones de riesgo de violencia (esto tampoco porque ya están identificadas), y a prevenir el abuso sexual contra menores de edad (la previsión llega tarde porque la horrible realidad ya se ha impuesto); implementar un programa de intervención en cárceles para varones que ejercen violencia de género y fortalecer las estrategias para la atención y prevención de violencia de género en mujeres privadas de libertad (es decir, atacar a quien ya ha cometido violencia de género por lo cual no es en verdad una emergencia); crear un Comité de Emergencia Por Una Vida Libre de Violencia de Género, lo que tampoco es una medida de emergencia ya que dicho Comité no tiene plazos concretos y perentorios para resolver lo que entienda necesario. Se trata de medidas a largo plazo, por tanto no son de emergencia, porque este tipo de medidas deben ser para aplicarse en tiempo real no dentro de dos o tres meses.
Por otra parte, va de suyo que tienen que ser concretas y efectivas en forma inmediata, lo que obviamente supondrán gastos, y sin embargo, no se prevén presupuestos que respalden esos gastos. Son como las pancartas de ¡Ni una menos!; son efectistas, pero no han resultado efectivas porque los ataques y asesinatos tristemente continúan.
Está claro entonces, que el Presidente Vázquez continúa haciendo “la plancha” en esta materia, como lo viene haciendo desde hace tiempo. Seguramente ahora que se va, se le ocurrió dar “algunas brazadas”. Pero no llegará a la orilla porque es demasiado tarde.
La solución queda entonces para el gobierno entrante. Reiteramos: tienen que ser concretas, claras y de aplicación efectiva rápida. Porque para nosotros, el fundamento jurídico ya está vigente. Hay que darle recursos económicos. Así de simple.