Arrancar a primera hora del día, mientras la ciudad duerme, ordeñar la vaca cada doce horas para evitar problemas sanitarios, y proporcionar a la sociedad este alimento primordial, es una constante del sector tambero.
Cuando la fiebre aftosa irrumpió en Uruguay, “los tamberos uruguayos se organizaron” para evitar la expansión del virus. Hoy el coronavirus afecta a la humanidad y los tambos son “población de riesgo”, dijo el titular del Inale.
El presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Ricardo de Izaguirre, afirmó que es necesario tomar, “con la mayor premura, las medidas de prevención que indican las autoridades de la salud”. También destacó que es “fundamental el ordeñe cada 12 horas para evitar dañar los tejidos mamarios en forma irreparable”.
De Izaguirre recordó que “en ocasión del brote de fiebre aftosa, los tamberos uruguayos se organizaron con enorme responsabilidad para evitar la expansión del virus, mediante la organización de barreras sanitarias escalonadas de desinfección, actitud que es de destacar por el enorme esfuerzo realizado”.
A diferencia de lo que ocurrió entonces con una enfermedad que afecta al ganado, lo que pasa hoy tiene como “destinatario de la infección es la población humana. En nuestro caso, la población de riesgo la constituyen regularmente las familias tamberas radicadas sobre las que cae la responsabilidad del ordeñe”, expresó.
Precisamente es en los tambos donde “hay que efectuar las mayores tareas de precaución, evitando la mayor exposición posible en los centros poblados por un lado, y el aislamiento y desinfección de los lugares de presencia de proveedores de servicios, así como de los de la recolección de la leche”.
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