«No hay dos años iguales» comenzó diciendo el principal de Lanas Trinidad, Pedro Otegui, en diálogo con CAMBIO sobre la situación de la zafra lanera y la lectura actual del mercado, con dificultades importantes más allá de las fronteras de Uruguay y al mismo tiempo también porteras adentro.
Otegui recordó que la actual zafra comienza a tener problemas en 2019, «con la denominada guerra comercial Estados Unidos-China» para la cual se llegó a un acuerdo Fase 1, que permitió de alguna manera esperar un 2020 diferente y así comenzó el año hasta los anuncios de la presencia del brote del coronavirus en China que generó un escenario totalmente diferente al esperado.
Si bien existen algunas señales de que el gigante asiático «ya toco fondo y está recuperándose de este virus», Otegui remarcó que «de ahí a que después el país vuelva a tomar el ritmo de actividad que traía antes del problema es otro cantar». Para el empresario este tema «va a tomar ciertamente un poco más de tiempo».
La problemática de esta pandemia, como ha sido declarado el brote y la expansión a nivel mundial del coronavirus, va más allá del rubro puntual de la lana. «En los últimos años, si tu analizas las exportaciones de Uruguay, un tercio se exporta a China, o sea que no solamente la lana. Es la carne, la soja, madera, celulosa, hay muchos productos que Uruguay viene exportando a China y tu principal cliente está con dificultades». Claramente además «el otro gran mercado de Uruguay, incluida Italia para la lana fina, es Europa».
Otegui dijo que desde su punto de vista «probablemente y lamentablemente dentro de 10 o 15 días el resto de Europa esté más parecido a lo que es Italia hoy» y recordó que otros países como Estados Unidos, Brasil, Argentina, al igual que nuestro país, están tomando medidas porque «este tema no es ni de un país ni de un rubros, nos pega a todos los países y a todos los rubros. Dios quiera que la factura que tenga que pagar Uruguay sea la más chica posible, primero en vidas humanas y después la parte económica que llevará su tiempo. Es un camino que hay que recorrer, nos guste o no nos guste».
Puntualmente en el tema lana, «hoy está relativamente trancada la venta al exterior, la lana es un productor no perecedero» por lo que si «un productor este año no vende porque no le gusta un precio o porque no hay una demanda, puede esperar. Hay otros rubros que es más complicado esperar, el productor de leche tiene que ordeñar la vaca todos los días, el frigorífico tiene que faenar todos los días».
Otegui dijo que tanto el Estado como diferentes empresas deben comenzar a mirar «cómo han ido tratando de solucionar los problemas» y «tratar de ver lo si lo que ellos han hecho es aplicable a acá o no. Si no, tendríamos que recorrer estos caminos». «Hasta que la emergencia sanitaria del mundo entero no esté consolidada, los ritmos comerciales, industriales y de exportación e importación van a tener un nuevo escenario que no lo conocemos» remarcó.
Respecto al mercado lanero en particular, reconoció que en Australia existen problemas de calidad en las lanas, pero advirtió que «cada cosa tiene su precio. Por ejemplo y entre comillas: Si Australia está rematando una lana mala o que tiene problemas, la buena lana uruguaya vale más que esa lana australiana», pero recordó que «Australia también tiene mucha lana muy buena».
Advirtió que las políticas de venta que sigue Australia en este momento «da la impresión» que esté pensando en «que el mundo es el de 2018. Que no hay problemas. Que no hay tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Que no hay coronavirus». Para el empresario «a veces hay que pisar la pelota y ver donde está rival y donde se va a poner la pelota».
Si bien el país Oceanía «es el referente» a nivel del mercado lanero «tiene hasta ahora una proporción menor de lanas buenas en los remates, pero todo tiene su precio». En este sentido explicó que la gran preocupación que se tiene hoy en el mercado es que China, el principal destino para las lanas de Uruguay y Australia, «está con dificultades» a las que se suman las de Europa; «tu no podes obligar a alguien que te compre, ni a un productor a que te venda, hay momentos difíciles y lo primero que tenemos que hacer es no perder la calma y tratar de ir tomando, cuando sea necesario, las mejores decisiones».
Otegui remarcó que el destino del mercado va a estar «muy en sintonía con lo que esté pasando con el coronavirus. No tiene nada que ver con el fabricante italiano ni con el productor uruguayo, depende del mundo. Sí el tema sanitario humano no se arregla, lo demás viene en segunda prioridad. La gente no puede dejar de comer, pero de muchas otras cosas se puede privar si hay necesidad».
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