La Cámara Uruguaya de Servicios Agrícolas se encuentra trabajando en la cosecha de los cultivos de verano, con tarifas que descendieron un 3% en febrero y frente a cultivos de primera que han caído en el potencial de rendimiento y sojas de segunda que equilibrarían los resultados, de acuerdo al presidente de la gremial Edgardo Rostan.
El empresario explicó que los cultivos comenzaron con buena implantación y desarrollo, pero la faltante de agua en momentos cruciales para la producción ha llevado a pérdidas importantes. En cuanto al maíz de primera dijo que «en estos días hemos metido las cosechadoras en los campos y nos hemos encontrado que es muy dispar los rendimientos, maíces que tenían un potencial muy bueno hoy están entorno de los 5.500 kilos o 6.000 kilos de promedio» en el sur del país.
La misma lectura se traslada al cultivo de soja de acuerdo al empresario, principalmente al sur de la ruta 2, donde se encuentran las zonas más afectadas por la falta de lluvias. Rostand señaló que la falta de agua «para estos cultivos de soja de primera así como a los maíces, los agarro en su máxima necesidad, hoy vemos cultivos de soja de primera que con estos 100 milímetros que cayeron hace un mes lo que hizo fue parar de perder, pero no aparecieron flores y no aparecieron las chauchas que abortaron y que perdimos durante la floración de febrero».
En este sentido, empresario dijo que de acuerdo a trabajos que se vienen realizando a nivel de chacras, se vienen detectando entre «1.000 a 1.200 kilos menos de rinde en esos cultivos de primera». Para la soja de segunda la situación es distinta, «la segunda se está reponiendo muy bien con esa lluvia caída», a esto se le suman las altas temperaturas y días de sol que están permitiendo «hacer una buena fotosíntesis, transformar la energía del sol en granos, en chauchas».
Rostand reconoció que la soja de segunda se encuentra con «poco porte, bajitas», pero aseguró que las mismas «se están cargando bien» por lo que consideró que «la segunda nos va a dar el margen de recuperación que no lo va a dar el cultivo de primera».
El empresario recordó que durante la reunión del mes de febrero, la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA) decidió una baja del 3% en promedio para los servicios en los cultivos de verano. Esta baja fue impulsada por la devaluación del tipo de cambio, a comienzos del segundo mes del año.
«En febrero fue la reunión semestral de ajuste de precios se cargan las variables que se tiene para los ajustes de las tarifas y en realidad en su momento el tipo de cambio que teníamos en febrero, en los primeros días, había habido una devaluación del 7% respecto al peso y eso llevaba a poder tener un ajuste del 3% en las tarifas a la baja, en promedio» explicó Rostand.
Esta variable tiene una incidencia muy importante en la economía de las empresas de servicio de acuerdo al principal de la gremial. «En realidad tiene mucho peso en lo que es el valor del combustible y en el valor de la mano de obra, que a su vez inciden en un gran porcentaje en lo que es el valor de la tarifa sugerida» explicó.
A pesar de la caída del área, según la DIEA, y el incremento del parque de maquinaria que existió en los últimos años, Edgardo Rostand señaló que las expectativas de servicios es buena para la gremial, teniendo en cuenta que el ajuste en los precios «ayuda mucho» al sector y al mismo tiempo «no nos pega mucho a nosotros, es decir que mantenemos nuestra situación de trabajo y es un cierto aire fresco que se le está dando al productor».
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