Por Karina De Mattos.
El 16 de abril a las 10 de la mañana en su casa en Barrio Ceibal con la compañía de su familia y muy lejos del tradicional clima que se vive en una defensa de un trabajo final para recibirse como profesional, la salteña de 23 años -Lucía Quiroga- logró recibirse de Licenciada en Psicología a través de videollamada por medio de la plataforma Eva. Lucía contó a CAMBIO como vivió esta experiencia.
-¿Cómo llega a la defensa de su trabajo final de Grado de la facultad?
-En febrero entregué mi trabajo final y ya sabía que en abril lo tenía que defender. Cuando en marzo pasó todo esto de la suspensión de clases por motivo de la pandemia y el aislamiento social. Al principio fueron muchos los nervios porque en si soy una persona muy nerviosa a la hora de hablar en público pero la pude sobrellevar bien a la defensa. Cuando comenzas la carrera no te imaginas que algo así va a suceder, uno maneja todo el protocolo de concurrir a la Universidad, entrar como estudiante y salir como egresada. Por suerte me pude adaptar bien, la defensa la hice a través de la plataforma Eva, herramienta que hemos utilizado a lo largo de la carrera”.
-¿Qué sensaciones le causó vivir esta instancia en su casa?
-Fue todo nuevo para mi porque realmente nunca había hecho ninguna videollamada con profesores. Antes de el aislamiento social nunca se estiló, nunca hicimos videollamadas. Al principio me puse super nerviosa porque estaba esperando terminara la compañera que estaba defendiendo antes que yo su trabajo final. Lo hice en mi cuarto, plantee todo un sector en el que coloqué la computadora y todo lo necesario, tuve algunas fallas técnicas porque no me anduvo la cámara, solo me escucharon ellos, no me podían ver, y yo veía solamente a mi profesor tutor, a la rectora tampoco la pude ver. Entre la defensa y la evaluación fueron veinte minutos y pasó todo rápido por suerte”.
-¿En ese momento le dieron el resultado?
-Si, me dijeron que lo iban a deliberar por whatsapp, incluso mi profesor es español, y está trabajando aquí y en Argentina. La deliberación fue bastante rápido por suerte, y en el momento en el que me dijeron el resultado estaban mis padres y mi hermana les agarré la mano y esperamos juntos la calificación. Me dijeron que era aprobado y con la nota máxima y me dieron la bienvenida a la carrera como colega. En el living estaban unas amigas y compañeros con los que hicimos toda la carrera juntos. Soy la primera universitaria de la familia, esto se vive con bastante orgullo y sacrificio. Siempre con el apoyo de mis padres que siempre me apuntalaron para que yo estudiara. Me costó muchos años, porque terminar la carrera me llevó cinco años. Pero es gratificante darles a ellos esta satisfacción de haber cumplido con la meta y de predicar con el ejemplo porque mi hermana es más chica y espero que en algún momento pueda animarse y hacer una carrera universitaria también.
