miércoles 24 de abril, 2024
  • 8 am

Dr. Fernando Texeira Nuñez Paglia: “Soy un agradecido con la vida y creo en el amor”

Por Melisa Ferradini
En esta ocasión hemos entrevistado al Dr. Fernando Texeira Nuñez Paglia (46). Padre de 2 hijos Francisco (17) y Antonio (15). Músico, artista y de profesión Odontólogo. Con estudios de postgrado en cirugía, ortodoncia, implantes, estética y operatoria. Si tuviera que definirme en una palabra seria: Gracias”, dice Fernando. “Soy un agradecido con la vida y creo en el amor. Amo mi profesión amo lo que hago”. Con respecto su familia, está de novio Jenny (45), sus 2 hijos hermosos y la hija de ella (Milagros). Con esta entrevista, el Dr. Texeira Nuñez Paglia nos relata su experiencia como odontólogo y su visión particular de su profesión.
-¿Por qué decidió estudiar odontología?
-Mi padre es odontólogo, mi madre Laboratorista Dental. Mis hermanos el mayor Gabriel es constructor y co conductor de televisión. El segundo Alejandro es odontólogo y la tercera mi hermana Rossina con estudios casi culminados en Laboratorista Dental hoy empresaria.
De chico mi desafío con 7 años era con Papá aprender los números y nombres de los dientes. Me crié entre dentaduras, coronas, cerámicas de dientes con mamá y al costado de mi padre mirándolo trabajar. Para esto es mi vida nunca dudé fue algo tan natural que jamás pense en hacer otra cosa. Sin dudas es mi vocación y amo lo que hago. He atendido miles de pacientes con mi padre y hermano donde comencé en Montevideo, luego continué en Salto. Uno de mis primeros arreglos en amalgama de plata se lo realicé a un amigo Rodolfo que aún los tiene en su boca, ya hace más de 25 años.
-En un país de escasos recursos. ¿Cúales serían sus herramientas odontológicas indispensables?
-Uruguay es un país mágico. He conocido muchos lugares del mundo, pero como Uruguay no hay, más aún Salto. En mi consultorio donde somos un equipo de trabajo tenemos tecnología como de primer mundo, hacemos lo mejor que podemos las cosas y Uruguay tiene un público muy variado. Hay lugar y trabajo para todos los colegas.
-¿Cúal es la parte de su trabajo que más disfruta?
-La parte que más disfruto es el desarrollo en la comunicación con la gente, el mano a mano, poder sacarme una foto o una selfie y que me etiqueten o me saluden en la calle. Poder dar solución ya que soy un prestador de servicio como las personas del servicio doméstico. La gente y el relacionamiento humano es lo más lindo por lejos.
-¿Qué valor añadido ofrece su clínica dental a sus pacientes?
-En mi consultorio mi diferencial es que la gente partícipe del tratamiento, puede elegir el color de los brackets el color y la forma de sus dientes en prótesis, sacarse una selfie conmigo. Como todo vínculo y relación esto es de a dos. Siempre es importante poder dar un mensaje positivo y de alegría a la gente y en mi lugar lo puedo hacer.
-¿Qué consejo le daría a los estudiantes a punto de recibirse?
-En esta profesión hay un mundo enorme de posibilidades desde atender animales como humanos, niños, adultos y jóvenes noctámbulos con ortodoncia y mil posibilidades más. Pero sobre todo, descubrir tu talento. Donde te sentís cómodo y te gusta trabajar, lo que te gusta y es fácil para vos, ahí está tu talento.
-¿Cómo ha evolucionado desde su punto de vista la odontología en el Uruguay?
-La odontología en Uruguay ha evolucionado acorde al mundo. Hoy con la globalización redes y sistemas de comunicación, podés operar en red con un colega al otro lado del mundo y todo está al alcance de la mano. Ahora en época de pandemias se notó más, yo he atendido argentinos y gente en cuarentena por redes y es fantástico.
-Alguna anécdota que quisiera compartir con nosotros de estos años de profesión
-La anécdota que me enseñó el valor del poder de la mente. Una vez una paciente se concentró y le hice tratamiento de conducto sin anestesia, sin dudas uno de los mayores dolores de un ser humano y ni siquiera pestañeó. Atender gente que entran y se había logrado grandes cambios estéticos me abrazo lloró y se rio, sacó fotos me presentó a la familia y me trajeron regalos de los que ni te imagines. Fue hermoso.