miércoles 24 de abril, 2024
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Tiempo de decisión

Gerardo Ponce de León
Por

Gerardo Ponce de León

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Por Gerardo Ponce De León
Se viene aproximando la fecha en la que cada ciudadano tenemos que elegir al encargado de guiar por cinco años los destinos de cada uno de los departamentos de este querido país. Y esto trae consigo las más variadas propuestas, y lo más triste es que se use, para conseguir el voto de los ciudadanos (del pueblo) la necesidad e ignorancia.
La necesidad en el sentido de usar nuestro apremio económico (principalmente) prometiendo algo que desde un principio se sabe que son irrealizables. Prebendas, quitas o exoneraciones, que se saben que si la economía de la casa está mal, no se pueden hacer ya que la necesidad de tener que cumplir con realidades (sueldos, pagos a proveedores, deudas contraídas) nos obliga a ser muy cuidadosos de “los pesitos” que entran. También se tiene que tener en cuenta que existen compromisos sociales (boleto, viviendas) que son desde su inicio a cargo del gobierno departamental.
La ignorancia, ya que todos sabemos quienes integran los barrios; con esto no quiero decir que son inferiores o mala gente, estos existen en todos los extractos sociales; y basta con ser conocedor de la zona para saber sus necesidades y las usamos. Esa persona que lava la ropa y la pone a secar, cuando la va a usar se encuentra que el polvo que levantan los vehículos al circular, se la han vuelto a ensuciar, desea tener una mejor calle frente a su casa. Voy y le prometo eso que quiere, e internamente se provoca en mí, los deseos de darle mi voto a quien promete solucionarme el problema no me importa si se puede cumplir o no, si existe una luz al fondo de ilusión que me lleva a darle mi elección.
Esto es lo que hace que no se crea en los políticos, son esas promesas que sabemos que son nubes de humo, irrealizables, como el pedido de aumento de trabajo a una empresa multinacional, que hoy están y si no da el negocio, se van. Dos dedos de frente nos dejan ver que son ideas sin fundamentos.
Entonces desde ya tenemos que hacer un examen de la persona que encabeza esa lista, quienes integran, si lo dicen, su equipo, ya que el partido se juega con gente idónea en todo lo que una Intendencia abarca. Tenemos que ir dejando de lado todas las promesas y ponerlas en el debe o negativo. Se me podrá decir que es imposible, pero creo que debe de haber alguno que sea mejor que los otros. Ver su obrar en la vida particular, ya que es la mejor promesa o el mejor espejo que podemos mirar.
¡Por favor no miremos las promesas, miremos la realidad!
Sabemos que esto que pido es como golpear en vacío, pero pienso que se tiene que pedir, se tiene que decir, sin agraviar y sin falsear la realidad. Como ejemplo; cuantas veces me han leído de la entrada a las Termas del Arapey, hasta que llego,, hace pocos días, el Director del Ministerio de Turismo, para decir que “da vergüenza” ese camino. No sé y no me preocupa si me creían o no, si tengo la tranquilidad de que me asistía la verdad.
La verdad no merece castigo, y como este ejemplo anterior, puedo seguir escribiendo de cosas mal hechas y que se promulgan y que la gente (en su mayoría) desconoce. Pero no es solo de este gobierno que tiene la culpa, sino que vienen siendo arrastrados de años, y que como tienen un costo político (llámese votos) no se solucionan.
Pensemos que valor que tiene nuestra elección y a quien le damos nuestra confianza. Miremos quien promete menos que es el más obras va a hacer.