viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Con 8 centavos menos el IME cerró la semana en US$ 7,15

Luego de un comienzo de zafra alcista con cuatro ventas previo al receso invernal, el mercado mostraba a impulso de los industriales chinos un panorama más optimista, sin embargo la incertidumbre continuaba rondando el mundo de la lana debido a la situación generada a nivel del consumidor final por el Covid-19. Luego del retorno del receso, las ventas sufrieron un fuerte sacudón ante un volumen de oferta que superó ampliamente la demanda y el Indicador de Mercados del Este (IME) volvió a registrar la tendencia bajista que traía en la zafra pasada, más aún cuando la referencia se posicionó por debajo del piso de 2019/20.
En la presente semana la oferta volvió a descender, buscando nuevamente un punto de equilibrio en los negocios, bajando un 29%, y a medida que la demanda de empresas europeas e indias comenzaron a disputar los lotes de mejor calidad con los operadores chinos, el mercado volvió a tener alguna señal de recuperación al cierre de la semana, con las ventas de ayer miércoles. Sin embargo este quiebre alcista en dólares australianos no permitió, debido al tipo de cambio, traducir las mejores referencias a la moneda estadounidense. En este contexto el IME cerró en A$ 10,04 registrando una suba de A$ 0,02 en la jornada de ayer, reduciendo la baja frente al pasado miércoles a dos centavos únicamente. El tipo de cambio, como lo señalamos anteriormente, operó de forma negativa al trasladar las referencias a la moneda estadounidense. El indicador perdió también ocho centavos en la semana tras cotizar en US$ 7,15. La pandemia del Covid-19 no ha sido la única causante de la baja generalizada que ha tenido el mercado en la zafra pasada, sin embargo sí la más importante y en la actualidad también lo continúa siendo. Si bien se está a la vuelta de la esquina la llegada de la temporada otoño-invierno en el hemisferio norte, también está la preocupación ante la baja demanda a nivel del mercado minorista que no marca un rumbo claro para la demanda a nivel de las industrias topistas, tanto en China como en Europa.
De acuerdo a Bruce McLeish de la firma Elders, en la actualidad la situación del Covid-19 ha generado una reducción entre el 40% y 50% de la demanda minorista, generando incertidumbre a nivel de la industria y por ende en los diferentes centros de ventas australianos durante las subastas. Pero no todo es negativo en el mundo de la moda para la lana, el operador lanero remarcó un fuerte impulso en los mercados de la ropa deportiva y casual, así como también los emprendimientos de mascarillas faciales creadas con lana merina superfina.
Entre los puntos adversos para el mercado lanero en el corto plazo, sumados al covid-19, se encuentran la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que puede incrementarse debido a la cercanía de las elecciones en Estados Unidos; además según el analista de Rabobank, Angus Gidley-Baird, la lana puede enfrentarse a otro obstáculo, ya que los chinos han adquirido grandes existencias de algodón en EE.UU. y esto podría generar baja en los precios de la lana o hasta sustitución en la industria. La oferta registrada en la semana fue de 30.275 fardos, un 29% menos que la semana pasada. En este contexto la demanda adquirió el 91,8% de lo ofertado, que significó la adquisición de un 7% menos de fardos que la semana pasada. Los operadores más activos en la semana fueron Endeavour Wool Exports y Techwool Trading, ambas firmas con el 10,7% de las compras. La próxima semana, la octava en el calendario de la nueva zafra, tendrá una oferta de 35.252 fardos que se distribuirán en dos días de ventas, martes y miércoles. Sidney y Melbourne comercializaran durante los dos días de actividad, en tanto que Fremantle rematará únicamente el día miércoles, al igual que en la presente semana.