viernes 26 de abril, 2024
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Portafolios de inversión

Estudio Signorelli & Altamiranda
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Estudio Signorelli & Altamiranda

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Por el Ec. Joaquín Forrisi
Para el Estudio Signorelli&Altamiranda
En la columna anterior tratábamos el tema de las inversiones financieras en activos tradicionales activos que se distribuyen en “Clases de Activos” según características similares, a nuestro juicio y, tal vez la más relevante a los efectos prácticos, es el perfil de riesgo y retorno de cada uno de estos activos.
Se detallaron características de los instrumentos de renta fija, en donde, de no mediar eventos de incumplimientos, lo que en la jerga financiera se conoce cómo default quién invierte en el instrumento, si lo mantiene hasta el vencimiento, conoce la estructura de los pagos que recibirá y por ende la rentabilidad de su inversión. En las condiciones actuales de mercado, un instrumento de renta fija denominado grado inversor, lo que implica que tiene muy baja probabilidad de incumplimiento, tiene un rendimiento anual próximo al 2,5% anual.
Otra clase de activo, que es la más popular dentro de las inversiones financieras son las acciones. Una acción que cotiza en la bolsa de valores es una participación en la propiedad de una empresa, por lo que, si los negocios de la empresa son prósperos, el accionista verá reflejado esto en rentabilidad.
Las acciones tienen 2 formas de otorgar valor al accionista. La más tradicional, es el pago de dividendos, Coca Cola por ejemplo paga un dividendo aproximado de USD 0,4 por cada acción 4 veces al año. Otras acciones que pagan dividendos a lo largo del año son General Motors, Itaú o AT&T. Invertir en empresas que pagan dividendos tiene la ventaja de que el tenedor recibe un flujo de dinero que le permite cubrir sus gastos corrientes o reinvertirlos en otros instrumentos.
La segunda vía por el cuál una acción otorga dividendos a su tenedor es mediante el incremento del precio de la acción. Una de las principales ventajas de los mercados financieros es su liquidez, lo que permite comprar y vender el mismo instrumento inclusive varias veces en el mismo día, algo impensado en otros vehículos de inversión cómo inmuebles o ganado, sin embargo, la volatilidad, y por ende su riesgo, es mucho mayor.
Una empresa que ha estado en boca del público las últimas semanas es Telsa, la firma de autos electrónicos y autónomos ha tenido un desempeño en la bolsa propio de inversores con gran apetito al riesgo. La acción de Tesla en 2015 tenía un precio de USD 40 por acción, cerrando setiembre 2020 en USD 430, esto es un retorno anual de 60%, sin embargo, los tenedores de esta acción han soportado caídas diarias mayores a 7%, de hecho, en agosto 2020 el precio era de USD 489, lo que implica una caída mensual de 13%.
Una máxima en finanzas es diversificar las inversiones para disminuir el riesgo, esto implica, en términos coloquiales “no poner todos los huevos en la misma canasta”. En términos de inversiones a las “canastas” serían las distintas clases de activos. Diversificar en forma eficientes permite al inversor potenciar la rentabilidad sin asumir riesgos desmedidos; no solo poner los huevos en distintas canastas permite mitigar el riesgo, la selección de las canastas cumple un rol muy relevante.
En la próxima columna analizaremos cómo debería ser la composición de los portafolios, de forma tal de cumplir con los objetivos de rendimiento y riesgo que se plantee cada inversor.