jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

Conyugue, la secretaria y el portero

César Suárez
Por

César Suárez

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Por el Dr. César Suárez
En términos geométricos, la distancia más corta entre dos puntos es la recta, a pesar de lo cual frecuentemente nos perdemos en los sinuosos vericuetos de tortuosos caminos, antes de llegar al punto de destino, sí es que algún día llegamos.
Hay quienes tienen la asombrosa habilidad de llegar al objetivo sin el más mínimo derroche de energía y hay quienes giramos en redondo y hasta no desviamos alejándonos del destino acariciado. Es que no es lo mismo mirar dos puntos en la superficie del papel y unirlos con una línea, que andar en el abigarrado tránsito de la vida sin un lápiz que nos conduzca.
Las rectas se ven claramente desde arriba, pero resultan esquivas en el llano. El instinto y la experiencia cuando se aprovechan, van acortando los caminos para que se parezcan cada vez más a una recta. Después de recorridos los senderos y haber cometido estúpidos errores, si fuimos buenos observadores, caeremos en la cuenta, de que lo mismo que hicimos, lo podríamos haber hecho de otra manera y habernos ahorrado esfuerzos inútiles.
Es aquí donde la sentencia de que “el zorro sabe por zorro, pero más sabe por viejo”, o “macaco viejo no sube a palo podrido”, asumen todo su significado, frases que dan testimonio de que los años nos van devolviendo en experiencia y sabiduría, lo que vamos perdiendo del desbordante empuje de la juventud.
El alocado impulso de los que tienen urgencia extrema de concretar el proyecto y quieren gastar de esa energía a como dé lugar, no tendrán tiempo de sentarse a meditar, y seguramente el resultado será como tuvo que ser, siendo habitualmente el precio más “barato”, el quedarse con el impulso intacto para comenzar de nuevo.
Pero no hay caso, hay quienes nunca aprenderán, aunque les toque vivir más de cien años, sin duda que es a los hombres que a menudo nos toca tropezar dos veces con la misma piedra, y a veces de tanto tropezar el impulso cede y la resignación nos domina.
Pero también es claro que por más desamparada que parezca una persona desde el punto de vista material, ha heredado por lo menos todo lo disponible para uso comunitario, y por más omnipotente que parezca otra persona siempre estará necesitado de la colaboración de terceros para mantenerse en su sitial. Cada proyecto concretado será inevitablemente el resultado de la colaboración de muchos, por más que aparentemente lo desarrolle uno solo. Casi siempre, las herramientas utilizadas para cumplir con cualquier objetivo, por alguien antes fue creada.
Para llegar siempre habrá personas claves que darán el empujón fundamental, y a veces la gestión más impensada podrá dar la clave del éxito, dando razón al que dijo que no hay peor gestión que la que no se hace.
Pero no hay que dejarse engañar por las “luces brillantes del centro” y aunque parezca increíble, es frecuente que lo que menos brilla contenga la clave.
La organización social está estructurada en base a una red de jerarquías formales que son las que facilitan o entorpecen la viabilidad de un proyecto, pero paralelamente existen una serie de jerarquías informales, sin título de tales, con perfil absolutamente bajo, y muchas veces sin que nos demos cuenta, facilitan o abortan importantes emprendimientos#; son las personas que influyen sobre las personas influyentes, simplemente por estar cerca de ellas.
Cuando usted no sepa cómo acceder a una persona importante en una organización, hable con el portero, él conoce hasta el más recóndito vericueto de cada una de las oficinas, de sus costumbres, de flanco duro y de su flanco débil, de cuál será el momento oportuno y hasta si se descuida, el mismo le consigue una entrevista.
La secretaria, elemento clave. Ella podrá decirle al jefe, “señor, ahí está de nuevo el pesado de Rodríguez. ¿Le digo que no lo puede atender?, con lo que casi está sellando la suerte del individuo. O por el contrario podrá decir. Señor, ahí está Rodríguez, ¡pobre!, es como la quinta vez que viene. ¿Por qué no lo atiende?, y quizás el jefe diga, bueno está bien, hágalo pasar.
Cónyuge del jefe. Tiene la virtud de compartir la misma casa y hasta de dormir en su propia cama. Si e/la cónyuge insiste sobre en un pedido que esté a su alcance, al jefe le quedarán pocas alternativas de decir que no. El que tiene influencia sobre el/la cónyuge, tiene influencias sobre el jefe.
El terreno por donde transita la vida cotidiana habitualmente resulta bastante escabroso, los caminos son tortuosos, y las rectas entre el punto de partida y de llegada no son fáciles de lograr para los que luchan desde el llano, pero para el baquiano siempre habrá un atajo, y para el que no lo es debe tener en claro que la esposa del jefe, la secretaria o el portero, frecuentemente tienen la clave para aproximarse a la recta y acortar los caminos.