viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Maestro, genio y figura hasta la sepultura

Dr. Pablo Perna
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Dr. Pablo Perna

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Por Pablo Perna
Jorge Batlle llegaba a Tacuarembó desde Montevideo en un ómnibus de línea, el objetivo era mantener reuniones políticas con dirigentes y amigos en miras a las elecciones Nacionales del año 2019. El jueves 13 de octubre de 2016, por la mañana, estando presente en el remate de Valdez, manifiesta ante el público presente, entre aplausos y bromas: “Soy el más viejo de toda la rueda, tengo 89 años y 9 meses de embarazo, lo que estoy hecho un campeón, ahora me cambiaron la válvula del corazón y ya le dije a Mercedes, mi señora, cuídate que capaz que me caso de nuevo”.
Por la noche asiste a un asado organizado por jóvenes, siendo cerca de la hora 1 AM, ya del viernes 14 de octubre, distendido, habiendo fumado un habano, pregunta la hora y exclama “que hermosa noche”, se levanta abruptamente de la mesa y cae al piso donde se golpea fuertemente la cabeza.
Fue traslado al Centro Asistencial de Tacuarembó, donde se indicó que a raíz de la caída se fracturó el cráneo y se le formaron varios hematomas. Es trasladado a Montevideo, falleciendo el 24 de octubre de 2006, irónicamente un día antes de su cumpleaños número 89.
En el “Salón de los Pasos Perdidos” del Palacio Legislativo, artesanos habían construidos durante días gigantescos horneros de tierra para una exhibición artística a inaugurar; Raúl Sendic, siendo vicepresidente de la República, enterado de la muerte, manda a destrozar inmediatamente los trabajos. De esta manera se comenzaban los preparativos del duelo oficial con honores de Estado al Ex Presidente de la República.
Todos los líderes políticos y miles de personas concurrimos a despedirlo; saliendo el cortejo se dirigió rumbo al “Diario el Día”, donde se estaciona unos minutos haciendo sonar las sirenas retumbando por todo Montevideo, en una clara señal de tradición donde el Diario despedía a otro de sus hijos, un Batlle.
Posteriormente la caravana siguió hasta la casa del Partido Colorado lugar que lo esperábamos cientos de simpatizantes, frente a la vieja casona, a viva voz se escuchaba: “Viva Batlle”, “Viva el Partido Colorado”, “Uruguay, Uruguay, Uruguay”; finalmente entonando el Himno Nacional, se siguió la procesión a pie hasta el Cementerio Central.
He participado desde muy joven en muchas reuniones políticas, donde Jorge era la figura central y nos hablaba de política, de la vida y la historia. Recuerdo el primer encuentro nacional de jóvenes realizado luego de la salida de la Presidencia, realizada en el año 2005 en Canelones, Barracuda, cuna de lo que a posteriori seria la modificación de la Carta Orgánica del Partido Colorado. En esa oportunidad, nos decía: “Jóvenes aprovéchenme, la historia del Uruguay tiene 175 año, yo tengo 79, por lo tanto he vivido la mitad de la historia del país y la otra mitad la vivió mi padre, Luis Batlle, y mi tío abuelo José Batlle y Ordoñez, y mi tátaro abuelo Lorenzo Batlle, todos Presidentes, por tanto les puedo decir tranquilamente que están hablando con la “historia viva del Uruguay”.
Habiendo asumido Tabaré Vázquez la Presidencia, luego de que en su campaña había prometido no aumentar impuestos, crea el IRPF y graba a los Jubilados; Jorge es el primero que sale a cuestionar la inconstitucionalidad de la ley.
En Salto, haciendo mis primeros pasos como Abogado, patrocinaba a un grupo de jubilados dispuestos a presentar recursos, por lo que llamo a Batlle pidiéndole una guía para los recursos. Me responde: “Mire Perna, yo soy político, no me dedico a la abogacía, pero hoy me encuentro en Maroñas con mi amigo Gonzalo, él lo va a ayudar, le comento sobre usted y mañana lo llama”.
Al otro día, recibo la llamada de la Secretaria de Batlle donde me manifiesta que podía llamarlo a Gonzalo. Procedo a llamarlo, respondiéndome una persona con voz amable, pero firme y severa, lo que me manifiesta: “Mire Perna: ¿Ud. que se piensa, que yo soy empleado del Presidente Batlle, que yo tengo que hacerle los mandado?”; de este lado del teléfono tembloroso pensaba que le iba a responder. Pero seguidamente del rezongo me dice sonriendo: “Yo no soy empleado de Batlle, soy hermano, pídame lo que usted quiera que con mucho gusto lo voy a ayudar”.
Efectivamente fue así, recibí toda la ayuda de Gonzalo y el IRPF fue declarado inconstitucional, lo que obligó al Gobierno del Frente Amplio crear un nuevo impuesto a los jubilados, cambiándole el nombre de IRPF a IASS, en un claro artilugio, burlando a la justicia.
Una vez más Batlle “cantando la justa” tenía razón, al igual que su amigo, que se trataba del Dr. Gonzalo Aguirre, caudillo del Partido Nacional y quien fuera vicepresidente de la República durante el Gobierno de Lacalle Herrera. De esta manera quería recordarlo a JORGE en un año más de su partida terrenal, que al decir de Pedro Bordaberry, “Batlle ha muerto con las botas puestas”.
¡Viva Batlle! ¡Viva el Partido Colorado! ¡Viva Uruguay!