Por Gustavo Varela.
Durante estos últimos años hemos sido pacientes y permanentes lectores, de las diferentes columnas que jerarcas de la Intendencia de Salto y principales actores del sector del gobierno departamental, han escrito, sobre la vida y desventura de la Comuna Salteña.
Hemos asistido impávidos, a leer largas y sorpresivas filípicas, de parte de aquellos que afirmaban ciertos juicios de valor sobre los demás, pero que eran incapaces de lograr cosas distintas en materia de resultados económicos, de lo que tanto criticaban de los demás.
Si los unos quemaban los recursos, estos los derrochaban.
Si aquellos dejaban las latas despintadas de tanto rascarlas, estos hacían pasar ejércitos de ¨Atilas¨ dejando el terreno totalmente arrasado.
Eso sí, siendo fieles fans del Intendente electo, no dejaban de repetir una y otra vez, que tenían una Intendencia, prolija, económica, sustentable y totalmente financiada.
Hoy, el ¨espumoso¨ ciclo electoral ha pasado.
Ha quedado firmemente grabado, todo el rosario del disparatario de promesas que se arrojaron a la ciudadanía impunemente, y que intentaremos seguir de muy cerca su suerte final, pues nos gustaría ver de qué manera se pueden cumplir algunas que fueron muy osadas.
A corto plazo, se empiezan a escuchar voces, sobre uno de los grandes temas que Lima va a querer atender urgentemente, y que además lo anunció a viva voz, como es la refinanciación del agujero que construyó junto con su gemelo y al que ya condenaron a nuestros hijos a cumplir con sangre sudor y lágrimas, y que el intendente electo aspira a comprometer y condenar también a la próxima generación, o sea a nuestros nietos, pues quiere llevar esa refinanciación de 15 a 30 años.
Hoy está llevando todo un raid de Relaciones Públicas, tratando de involucrar en la decisión a las demás fuerzas políticas, desconociendo lo que fue el ninguneo que les hizo no sólo a las fuerzas políticas de oposición del Departamento, sino también a su propia fuerza política.
El Intendente y su Partido no necesitan de las demás voluntades departamentales para realizar la refinanciación que viene anunciando, pues la Constitución le otorga, por ser el vencedor de las elecciones, mayorías suficientes para no depender de las otras fuerzas políticas.
Tiene mayorìas propias para llevar a cabo la solución que quiera.
Estoy absolutamente convencido que el Partido Nacional no va a apoyar, cargar sobre los hombros de nuestros hijos y nietos el peso de la irresponsabilidad de gobernantes que actuaron displicentemente con los recursos que hoy faltan para poder sostener una situación difícil.
Que los que soplaron tan fuertemente para levantar aquellos polvos que hoy se han transformado en estos lodos, se encarguen por sì mismos de sacarnos del lodazal.
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