viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

Familias judicializadas

Gisela Caram
Por

Gisela Caram

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Ps. Gisela Caram*
Generalmente toda separación o divorcio es conflictivo. Y por más que se intente mantener a los hijos protegidos de la ruptura y sus avatares, no son ajenos a las emociones que circulan en sus padres, e inevitablemente, sienten el quiebre. A veces, la pareja queda atrapada en discusiones eternas, o en una gran tristeza que no permite “darse cuenta”, lo afectados que están sus hijos.
Tras una separación, deviene un nuevo ordenamiento de la familia. Quien queda con los hijos, generalmente la madre, es quien debe encontrar un nuevo funcionamiento.
También quien se va de la casa, debe restructurar su nueva vida. Y hacer lugar en su nueva casa, a los niños.
No es fácil para nadie. Ni para los hijos ni los progenitores.
Pero lo que puede llegar a ser traumático no es la separación, sino el “combo” que lo acompaña.
La rabia, la ira que muchas veces queda flotando en el clima de la casa, afecta a todos. Así el niño que no expresa lo que siente, o porque protege a uno de sus padres, o porque tiene miedo, o porque no entiende nada, va acumulando interrogantes, temores, culpas.
Está en los padres, resolver en forma sana, el camino que decidieron tomar.
No se puede confundir a los niños, influenciándolos negativamente, hablándoles mal, uno del otro. Para los hijos, su madre y su padre van a ser siempre, más allá de lo negativo que se les diga,
SU PAPÁ Y SU MAMÁ.
Hay familias que por mucho tiempo transitan por desacuerdos en relación a los tiempos con sus hijos. Estas familias que se pasan de audiencia en audiencia, porque no encuentran un diálogo entre ellos y todo es desacuerdo, acusación, lleva a “judicializar” las resoluciones a las que no pueden arribar entre ellos, y el aumento del estrés, se extiende a toda la familia.
Abogados, Jueces, Psicólogos, Trabajadores Sociales, Peritos que trabajamos con estas situaciones, debemos saber que ya no está más vigente el llamado “Síndrome de Alienación Parental” (S.A.P.)
Éste, no es un “síndrome”, no está vigente ni en Uruguay ni en ningún país del mundo. Fue acuñado por Richard Gardner, un médico clínico norteamericano que nació en 1931 y se suicidó en 2003.
No está científicamente aceptado por el DSM-5(Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales).
Para Gardner, las madres, hacen un “lavado de cerebro” a sus hijos, para que atestigüen en contra de su padre, les incitan a “mentir” para descalificar y acusar a los padres.
Creer que un niño puede inventar historias de sexualidad adulta o de maltratos, es no saber de psicología infantil.
Gardner se dedicó a difundir que los contactos sexuales entre un adulto y un niño no eran ABUSO. Y que estas conductas que veía como “benignas” para los niños, eran un invento de las madres para que los padres no tuvieran contacto con sus hijos.
Realmente aberrante, y por muchos años, varios países, inclusive el nuestro, tomó como válidas las conceptualizaciones de Gardner, a la hora de argumentar, controlar y dominar a las mujeres cuando denunciaban alguna forma de abuso o maltrato de los padres a sus hijos. Así, a través de la terapia de la amenaza, buscaba a través de la justicia, alejar a los niños de la madre y toda la rama materna.
De acuerdo al Código de la Niñez, el Estado provee de un abogado que no elige ninguno de los dos progenitores y defiende a los menores cuando el juez considera que sus derechos pueden estar vulnerados.
Lo mejor sería no llegar a estas instancias y lograr diálogo y acuerdos entre los padres. La corresponsabilidad en la crianza compartida, sería lo más justo para los padres y los hijos.
La interrupción del vínculo padre/madre, con sus hijos, decretado por uno de los conyugues, para castigar “al otro de la pareja”, por despecho o rabia, deja a los hijos rehenes, y sumergidos en el sufrimiento. . .
Revertir esta situación, implica que las parejas se “desvinculen saludablemente”, agotar los recursos para no llegar a instancias donde los niños quedan atrapados en situaciones que emocionalmente no están listos para enfrentar…
*Especialista en Vínculos
Colegio Médico del Uruguay
Consejo Regional Norte
Valorando la vida y sobre todas las cosas impulsando el cuidado de la población, la convocatoria realizada por el Colegio Médico del Uruguay a los médicos jubilados que quieran servir como voluntarios en la difícil tarea de enfrentar los desafíos que nos impone la pandemia actual, es un motivo más de muestra de responsabilidad y compromiso, con una situación que nos obliga a todos a combatir este flagelo.
Por eso, desde el Regional Norte del CMU difundimos esta idea que nos parece altamente plausible por parte de la sociedad en su conjunto, dado el esfuerzo que radica en los profesionales que ya terminaron su ejercicio profesional pero que aun así, entienden que es momento de colaborar y de servir con su experiencia y aporte a toda la población.
Cuando recibimos días pasados este importante comunicado, vimos la necesidad de aprovechar el espacio que gentilmente nos cede este prestigioso medio, para informarles, no solo a nuestros colegiados, sino además a toda la población de esta decisión.
COMUNICADO
El Colegio Médico de Uruguay en conjunto con ASSE y con el apoyo de las cátedras de la Facultad de Medicina, convoca a la participación voluntaria de médicos jubilados a fin de formar parte del equipo de rastreadores de hilos epidemiológicos de COVID – 19 en Uruguay.
Para poder realizar dichas tareas los médicos voluntarios recibirán una capacitación en cuanto al uso de las herramientas y se pondrán a disposición las tecnologías necesarias.
La administración, organización y el acompañamiento desde ASSE y la Facultad de Medicina será permanente, mientras se desarrollen estas actividades.
Realizadas las consultas pertinentes en las Cajas de Jubilaciones correspondientes podemos asegurar que el trabajo de este tipo (voluntariado) en el marco de la Emergencia Sanitaria, mientras la misma dure, no ocasiona ningún aporte adicional ni afectación de la/s jubilación/es percibidas a la actualidad.
Para todos aquellos interesados que quieran llevar adelante la inscripción con la finalidad de poder participar, es necesario proporcionar los siguientes datos:
1. Nombre completo.
2. Edad.
3. Cédula de identidad (sin punto ni guion).
4. Departamento de residencia.
5. Localidad.
6. Celular de contacto.
7. Correo electrónico (e-Mail) de contacto.
8. Especialidad/es.
9. Uso habitual de alguna herramienta informática (Tablet, PC) (Si/No).
10. Frecuencia de acceso a internet (Diaria, semanal, mensual, No accede).
Se solicita la devolución de la información para la inscripción al mail:
secretaria@colegiomedico.org.uy, la que se enviará diariamente para implementar con la mayor celeridad posible esta tan importante herramienta.
La secretaría del CMU se encargará de recepcionar las inscripciones y dirigirlas a ASSE a los efectos de la implementación del Programa.
Se agradece de antemano su valiosa colaboración.