sábado 27 de abril, 2024
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La caída de los precios de la lana, lleva a los productores chicos a dejar el rubro

La zona de Mataojo se encuentra al este del departamento de Salto, sobre el arroyo del mismo nombre, campos de basalto superficial del norte del país que históricamente se han compartido entre ovinos y vacunos, principalmente por la especie ovina. Sin embargo se observa que esta especie va disminuyendo cada vez más rápido, lo que para algunos pobladores de la zona y los técnicos podría ser un problema a largo plazo, tanto a nivel del campo natural como también en la propia economía de los productores.
José Rodríguez, integrante de la Sociedad Fomento Rural de Mataojo, entiende que la baja del stock ovino tiene varias aristas, sin embargo la más importante es la pérdida de rentabilidad que ha tenido el rubro. En diálogo con el programa La Hora del Campo en radio Tabaré de Salto, Rodríguez explicó que la caída del rubro comenzó con «el jabalí, acá tenemos el Arapey, el Mataojo Grande, el Mataojo Chico, el Mataojito, son todos arroyos bordeados con un monte espeso que es el hábitat preferido por los jabalíes» y luego remarcó la realidad del tema de la lana, «su valor, la incertidumbre en los precios, no es como la carne que vale tanto el kilo y se sabe que acá o donde sea el valor es prácticamente el mismo y con la lana no, acá vienen a comprar una lana y como son lotes chicos, que no tiene grifa o si la tiene es poco volumen, entonces te bajan el precio y el productor se va desanimando».
Rodríguez, quien además de productor de una escala media es maestro, dijo que este año se sumó el tema de las grifas en el acondicionamiento de las lanas, «ahora con el tema de la grifa amarilla, ha hecho que algunos productores que esquilaban con grifa ahora han desistido y esquilaron y si bien han realizado la clasificación como siempre, lo han hecho sin grifa». En este sentido explicó que los valores de la cosecha de la lana significan un peso importante para este tipo de productores, «de aquella esquila de 80 o 90 centavos de dólares, ahora estamos casi a dos dólares por cabeza y eso dado el precio de la lana, según la finura se va de medio a un kilo de lana para pagar la esquila».
El productor indicó que desde la gremial están preocupados con esta situación, con el abandono del rubro, porque «si se acentúa la sequía, nos va a agarrar en esta zona con menos lanares y mucho más vacunos que hace 10 años atrás. Hay muchos productores chicos, familiares, que se han jugado más al vacuno y eso los hace más susceptivos a los impactos de la sequía».
Preocupación con el negocio de la carne ovina
Por su parte Antonio Arrospide, ex presidente de la Sociedad de Criadores de Ideal, se mostró preocupado hace algunos días atrás en díalogo con CAMBIO; con el actual sistema de comercialización del ovino y el impacto negativo que genera en el productor, que ya viene muy golpeado por temas ajenos a la producción como el abigeato y las jaurías de perros. Lo que ha llevado y sigue llevando a una pérdida de stock y productores en el rubro.
El productor dijo tiene que existir una política en nuestro país que «vos puedas embarcar los lanares fluidamente» y reclamó firmemente que «porque sean pesadas te cambien el precio y que sea de un solo lado. Nosotros somos tomadores de precios y ¿somos estúpidos también?» se preguntó. El criador ovejero dijo no entender porque si las ovejas «son 10 kilos más pesadas de lo que hablamos, la industria en contrapartida te dice <<te las llevas o te bajo el precio>>».
Si bien reconoció que el precio del cordero «normalmente está por encima del novillo» dijo que «vos embarcas lanares y no es algo que cifre tampoco. Si a un cordero pesado hoy por hoy le estás haciendo 65 dólares, no es algo atractivo, no es que dejes de hacer algo para invernar corderos». Para Arrospide «si la carne de cordero es carne Premium, si es carne de nicho, porque no nos llega ese precio a nosotros, el precio que tenemos por el cordero no es lo que estamos hablando para este tipo de carnes, es un precio bueno, razonable, pero no es un precio para ese mercado de elite».