viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

La Sexalecencia

Fulvio Gutiérrez
Por

Fulvio Gutiérrez

201 opiniones

Dr. Fulvio Gutiérrez
La costumbre social nos ha envuelto en paradigmas que nos categorizan como sexagenarios o septuagenarios, cuando nuestro cuerpo llega a los 60 o 70 años de vida. y se nos ingresa en lo que se denomina adultos mayores, tercera edad o simplemente ancianos. Pero con esas edades, o incluso con edades mayores, no todos reaccionan de la misma forma, y no todos se conforman con una pasividad de espíritu que no siempre tienen, ni aceptan cumplir simplemente el papel de consejeros como respetuosamente nuestros hijos y nietos muchas veces nos consideran. Es la etapa de la vida en la que la persona sufre el “shock de la inactividad”, que supone pasar de ser una persona que se desempeña en una determinada actividad, a una situación de pasivo, porque ya no tiene la carga de trabajar. La persona va a recibir –generalmente del Estado y como compensación de los aportes que realizó durante su vida laboral- una retribución económica que es su jubilación, y que en la mayoría de las veces, su monto no refleja la proporción de lo que aportó en su vida activa, y en un gran número de ocasiones,, no le alcanza para vivir.
Sin embargo, algunas personas no se conforman con esa forma de vida, y se transforman en “abuelos rebeldes”, con ganas de hacer cosas, de ser útiles en algo o a alguien, de comenzar a disfrutar de la experiencia que la vida les ha dado. A esas personas, se las ha ingresado en una nueva categoría que tiene un nombre extraño: sexalecencia.
Entienden que están jubiladas de su trabajo, pero no de la vida, y jamás piensan en la muerte. Al contrario, se sienten llenos de vida, de renovada audacia juvenil. Concurren a algún gimnasio, realizan alguna actividad deportiva, algún entretenimiento de diversión y baile, al punto de disimular algún problema de salud. Viven un relacionamiento social y afectivo intenso. Sienten que la vida sigue valiendo la pena, que pueden ser útiles, porque a todos los conocimientos que atesoraron, se agrega un valor incalculable que otros no lo tienen: la experiencia. Esas personas nos recuerdan un pensamiento del ex presidente de Francia Francois Mitterrand, quien dijo alguna vez que no debemos preocuparnos por darle más años a la vida, porque eso es el papel de la ciencia, sino más vida a los años.
Esa manera de asumir la vejez con hidalguía, ha logrado cambiar el concepto social de lo que significa el envejecimiento. Hay una resistencia a pensar como “viejos”, y en lugar de ello, mantienen una vida activa dentro de sus posibilidades. Se sienten con mucha motivación, no se aíslan, actualizan sus conocimientos, hacen proyectos de vida, se interesan por las nuevas tecnologías, tratan de mantener una vida saludable, de ser productivos y hasta en algún caso, buscan un trabajo que realizar.
Es decir, es gente que ha tenido la valentía de romper con ciertas estructuras sociales y asumir sus reales necesidades y posibilidades, sin pensar en su edad como una limitante. Ellos son los que están dentro de sexalecencia. En verdad, un ejemplo a seguir.