jueves 18 de abril, 2024
  • 8 am

FELICES PASCUAS

Padre Martín Ponce de León
Por

Padre Martín Ponce de León

382 opiniones

Por el Padre Martín Ponce De León
Todos, en la vida, necesitamos de sueños.
Son esa realidad que despierta en nosotros mucho más de una fortaleza.
Son esa realidad que nos impulsa a no bajar los brazos y nos hacen saber en una constante búsqueda.
Son esa realidad que, llena de realismo, nos impulsa, anima y motiva.
Nuestros sueños son mucho más que una mera utopía, son realidad que nos alienta.
Cuando tenemos sueños cada uno de nuestros días es una oportunidad para hacerlos más cercanos y más posibles.
Cuando tenemos sueños y nos jugamos por ellos cada una de nuestras renuncias se nos tornan una oportunidad para saberlos más posibles.
Tener sueños y pretender hacerlos realidad es una fuerza motivadora que nos permite realizar acciones que, muchas veces, ni soñamos fuésemos posibles.
Hemos transitado otra Semana Santa donde la realidad de la pandemia se ha hecho notoria.
Hemos celebrado a Jesús asumiendo nuestra vida toda y colmándola de su amor.
Asumió nuestra realidad y, por ello, asumió, también, nuestros sueños.
A cada uno de ellos los plenificó con su amor apasionado y les dio una dimensión insospechada por nosotros.
Asumió nuestros sueños y los transformó en razón de ser, objetivo esencial y tarea para realizar.
Asumió nuestros sueños y dio la vida por ellos puesto que desea seamos felices y plenos como personas.
Pero no se quedó en la muerte, con su resurrección la venció y permanece vivo.
Vivo para transitar la historia junto a nosotros.
Vivo para ayudarnos a que nuestros sueños sean posibles.
Vivo para que nada nos aleje de la búsqueda de concretar esos nuestros sueños.
Cada vez que alguno de ellos se hace realidad deberíamos, sin duda, esbozar un “Gracias” puesto que ello no ha sido otra cosa que un mimo que Él, desde su amor, nos ayuda a realizar.
Celebrar la resurrección de Jesús es una oportunidad para revivir nuestro sueños, volverlos a poner en sus manos y dejarnos ayudar por Él para sean posibles.
Celebrar la resurrección de Jesús es, de alguna manera, celebrar la vigencia de nuestros sueños y nuestro compromiso con ellos.
Compromiso que, en nosotros, debe ser tarea, empeño, amor y alegría.
Nadie nos regalará la realización de nuestros sueños si no hacemos algo por lograrlos por ello es que siempre son una tarea que nos ocupa y motiva.
Nada en lo que hace a nosotros es un algo carente de un proceso y como tal debemos saber vivir lo que nos atañe. Por ello es que son un empeño puesto no habremos de lograrlos con un mero deseo.
Perseguir nuestros sueños no es una pesada carga sino que es una oportunidad para crecer en el amor que encontramos en nosotros.
Por ello es que transitar nuestra historia personal persiguiendo la realización de nuestros sueños debe ser una fuente interior que nos inunda de alegría.
Experimentar a Jesús resucitado es una experiencia que debemos hacer vital y cotidiana.
Experimentar a Jesús resucitado es dejarnos colmar por un sentido nuevo para nuestra vida donde agradecemos y disfrutamos lo obtenido pero anhelamos continuar transitando, con Él en pos de nuestros sueños.
En este tiempo de pandemia podemos soñar con respecto a ella. Que concluya pronto, que no afecte a ningún otro ser querido, que disminuyan los infectados, que tengamos mayores cuidados, etc. Ninguno de ellos podrá ser realidad por nuestro deseo. Necesario se hacen nuestra responsabilidad, nuestra conducta y nuestra convicción.
Pero hay otros sueños que van mucho más allá de una situación puntual y es allí donde tenemos la certeza de no estar solos puesto que Jesús está vivo y transita con nosotros
Felices Pascuas de Resurrección