
Norberto Sagnol nació el 20 de mayo de 1942. Se crió en calle Montevideo actualmente calle Morquio. Después junto a sus padres Ademar y Amelia y sus hermanos Darío Humberto y Silvia Amelia se mudó a calle Agraciada casi Raffo. Siempre en la zona este. Estudió la primaria en la Escuela Nº 8 y la secundaria en el liceo Nº1 IPOLL. Hincha de Peñarol. En el 1960 ingresó al banco Comercial y después de 42 años de trabajo se jubiló. Trabajó muchos años en Canal 8 como informativista, locutor y publicista. Actualmente continúa con la profesión de publicista que la ejerce desde el año 1971. Hombre dedicado a diferentes actividades en nuestra comunidad, es un gran colaborador activo de las Escuelas Nº 97 y la Nº 126. Está casado con Alicia Miguens hace 50 años este diciembre. Tiene 2 hijos; Juan Pablo (46) y Ma. Eugenia (42) y tres nietos; Joaquín (12), Francisco (9) y Juan Arturo (2). En esta entrevista descubrimos a un gran hombre comprometido y dedicado a su Salto natal.
-¿Cómo surgió la vocación bancaria?
-Por necesidad. Yo vengo de un hogar muy humilde. Donde nos faltaban las cosas materiales; no la comida ni la cama pero donde sobraba el amor. En el año 1957 empezó una crisis muy grande. Mi padre que era constructor no había obras y el comercio no funcionaba. Yo estudiaba derecho y quería se abogado. Me doy cuenta en ese momento que en el hogar se necesitaba otro ingreso. Mis padres eran muy responsables y conversaban todo lo que sucedía en la casa conmigo, hasta la situación económica. Entonces decidí prepararme para ingresar al banco y para seguir estudiando. Estudiaba de 11 a 12 horas por día para prepararme y poder dar el examen de ingreso. Surge el llamado para concursar al banco Comercial y me presenté. De 120 personas quedé seleccionado entre las 6 personas elegidas. Eso transcurrió en noviembre del año 1960. Ahí comenzó mi actividad bancaria.
-¿Qué satisfacción ha obtenido en tantos años de trabajo comercial?
-El ingreso a trabajar en canal 8 influyó el haber tenido mi trabajo en el banco. Yo tenía un antecedente muy bueno de trabajar en el prestigioso banco Comercial. En el banco mi satisfacción fue el respeto a mis superiores. Recuerdo a muchos de los gerentes que tuve, pero voy a nombrar a Julio Schuler. De él aprendí que cuando uno en una empresa tenía que marcarte un error o un camino de trabajo no lo decía delante de todos tus compañeros. El esperaba un momento a solas con él. El era un gentil hombre. Una persona salida de otro planeta con sus modales. La satisfacción más grande también fue el que la Iglesia Católica me convocó a través de la Diócesis de Salto ya con 45 años de vinculación con la misma para que me encargara de grabar y contar la historia solamente para la televisión de la venida de su Santidad Juan Pablo II a Salto. Me encargué de todas las secuencias de esa visita tan importante. Ese material fue enviado al Vaticano como testimonio de la visión de los salteños con la llegada del Papa. Otra satisfacción importante fue en el año1981. Un profesional médico me visita en mi casa y me invita para que me encargara de realizarle la publicidad a su emprendimiento comercial. Realicé entrevistas y charlas previas. Realizamos también un exhaustivo trabajo de investigación sobre el rubro. Mi orgullo mío sanamente es haber establecido un emprendimiento en el área de emergencia; único producto comercial creado de cero en Salto.
-¿Cómo ve la situación bancaria del país actual con respecto a los años que usted trabajó?
-Cuando yo ingresé era todo muy rudimentario. El banco Comercial donde trabajé fue el propietario de la primera computadora que llegó al país, según se decía en aquel momento. El banco compró una súper computadora y comenzó a trabajar con algunos sistemas computarizados. En el año 1979 el banco adquiere nueva tecnología IBM. La máquina de escribir hasta el 2002 que yo me jubilé se manejaba pero todo lo que era contabilidad y emisión de documentos se hacía por el sistema informático. Esto ya se hacía tecnológicamente de esta manera desde el año 1975. Un ejemplo de este avance fue que yo me encargaba de la “volcada de intereses o acreditada”. Tenía que calcular cada período de cada cliente calcularlo y revisarlo para después acreditarlo. Eso me llevaba 2 semanas de mañana y de tarde todas las horas de banco. Cuando se implementó el sistema IBM ese proceso pasó a llevarme de 2 a 3 minutos y me lo imprimía en 3 o 4 horas. Se nota el avance de la tecnología en los tiempos de trabajo que yo realizaba en el banco.
-¿Cómo llegó a incursionar en el mundo de la publicidad?
-También por necesidad. En el año 1971 me casé y me di cuenta que con el ingreso de lo que ganaba en el banco no me alcanzaba por distintas situaciones económicas. Los bancos sufrían en ese momento recesión y los sueldos eran bajos. Ahí me tuve que dedicar a otra cosa y me dediqué a trabajar en publicidad que lo comencé el 3 de enero de 1971.
-De las muchas actividades que realiza ¿Cuál es la que más le apasiona?
-Me gustan todas. Yo trabajé los últimos 12 años en hotelería y la adoré. Yo me enamoro de los grupos humanos. Es una tarea que me favorece mi tarea. No la hago por conveniencia la hago por mi manera de ser. Siempre respeto mucho lo que hace y dice el otro y como es el otro. Tengo un muy buen relacionamiento en los lugares donde trabajo. Las dos tareas que yo realicé tanto la del banco como la de la publicidad me apasionan las dos.
-¿De dónde proviene la pasión por escribir?
-De Papá y Mamá. Soy un lector empedernido. Yo nací en la 2da Guerra Mundial. La lectura era fundamental y lo que teníamos para hacer era leer. A casa llegaban el diario El País de Montevideo y Tribuna Salteña y yo los leía todos. También recibíamos el diario El Día. En mi casa éramos humildes pero el diario se compraba todos los días. Yo adoraba leer los diarios. En ese ámbito de escribir y leer me crié. Yo disfruto cuando escribo. Es una pasión que tiene mucho que ver con la pasión del amor. Es un sentimiento el escribir tan profundo y apasionado como el sentimiento del amor. Me pasa lo mismo con tocar la trompeta y cuando canto.
-Alguna anécdota en tantos años de “convivencia social”
–Cuando yo era joven nosotros salíamos a dar serenatas y el cantante era yo. Fuimos a la casa de una chica y su papá salió y me dijo gracias. Otra anécdota es que yo tenía 18 años en el año 1959 y la Navidad íbamos al Peñón. Era muy joven y vimos que la llegaba mas tarde y pensamos que la fiesta había fracasado. Como a las 2 de la mañana se suben al escenario unos jóvenes a cantar y el cantante comienza la canción…sabes quienes eran los “Blue King” que luego se llamaron “Los Iracundos” esta es una de las tantas que tengo para contar…Me acuerdo que esa fiesta terminó a las 10 de la mañana. Es una anécdota que no me voy a olvidar jamás. -Ahora que disfruta de una jubilación merecida ¿Qué le gusta realizar en su tiempo libre? – Gustar me gusta todo. Yo disfruto muchísimo caminar. Yo camino de tarde y de mañana todos los días. Hago 6 kilómetros por día. Lo que más disfruto en esta etapa de mi vida es la caminata porque caminar me permite soñar y soy muy romántico. Me gusta pensar, silbar y cantar. Tengo 3 tesoros; son mis 3 nietos, mis 2 hijos y mi esposa Alicia y toda mi familia. Mis ahijados, los amigos de toda la vida.