La escuela como espacio privilegiado por excelencia permite impulsar acciones a partir de una realidad socio ambiental compleja vinculando los aprendizajes escolares con la adquisición de una cultura de protección y preservación de los ecosistemas. En este contexto se habilitan procesos de sensibilización y compromiso desde la comunidad en la cual las familias desarrollan un rol protagónico. En el marco del Día Mundial del Ambiente, la Dirección General de Educación Inicial y Primaria convocó a impulsar a través de la Educación Ambiental, la construcción de un saber que proponga modos apropiados en que las sociedades se relacionen con la naturaleza, para estimular la participación ciudadana, activa y responsable en la toma de decisiones y la gestión del ambiente, valorizando la dignidad y la identidad individual y colectiva.
EXPERIENCIAS
En ese marco, niños de varias escuelas urbanas y rurales armaron canteros, plantaron mostaza roja, lechuga, espinaca, rúcula, y trasplantaron caléndulas. Hoy en día están armando el cantero de las plantas aromáticas. Se realizan talleres de huerta vía zoom entre la maestra y los alumnos de 1º a 6to año. A su vez, los niños generan huertas orgánicas en sus hogares (plantines), que luego serán integrados a la huerta escolar. Los canteros están armados en recipientes de plástico de gran tamaño y en jardines colgantes. Otros proyectos lleva a plantar tomate, acelga, lechuga, frutilla, rabanito, choclo, plantas aromáticas y pensamientos, entre otros. Por otro lado se destaca el proyecto educativo de varios centros donde se utiliza la creación de un sistema agroecológico como aula expandida. Apunta a potenciar la construcción de saberes, adquisición de hábitos, y a enriquecer la visión ecosistémica a través de una propuesta inmersa en la educación ambiental. Los objetivos son la construcción de un ciudadano participativo, involucrado y responsable respecto al ambiente.
