sábado 7 de junio, 2025
  • 8 am

La competencia desleal en la venta de carne ocurre más en el interior y es mayor en las fronteras

El presidente de la Unión de Vendedores de Carne del Uruguay (UVC), Alfonso Fontenla, dijo que las carnicerías representan el 52% de la comercialización de carnes en nuestro país, en tanto que el porcentaje restante responde a las grandes superficies.
Si bien remarcó la importancia del apoyo del Instituto Nacional de Carnes (INAC) en este mandato, indicó que «la carnicería tradicional lucha por sobrevivir». Respecto a la compentencia desleal dijo que es un tema muy complejo que ocurre “mucho más en el interior del país, con más incidencia en los departamentos fronterizos”.
A través de los sistemas informáticos, de diferentes acciones y registros de movimiento de ganado que incluyen la compra y venta de carne, el INAC ha detectado la comercialización ilegal y “eso va a llevar a que haya un control mayor de la carne que se consume en el país”.
De todas formas, más allá de lo que se ha avanzado, “se va a tener que tomar acciones muy fuertes en algunos departamentos donde el consumo dista mucho de lo que es normal en el resto del país, se sabe bien que eso es debido a que hay distintos canales de comercialización no oficial, y por sobre todas las cosas es un peligro para la salubridad del producto y por tanto hay que revertirlo de alguna manera”, señaló.
En Montevideo ese fenómeno “es mucho menor”, pero igualmente “hay determinados tipos de ventas de distintas carnes que no están oficializadas”, por ejemplo “en algunas ferias vecinales se ha visto venta de carne y ahí el INAC va a estar controlando mucho más fuertemente”.
Destacó que la comercialización ilegal se vincula a la faena clandestina que a su vez se relaciona con el abigeato, un delito que “por suerte ha bajado, pero sigue habiendo y eso hay que erradicarlo, hay que concientizar a la gente sobre los riesgos de consumir un tipo de carne que no pasa por los controles sanitarios adecuados”.
Al adquirir un producto debemos tener la “seguridad sanitaria” de lo que vamos a consumir, “porque nos exponemos a virus o bacterias que puedan contaminar esa carne. Por eso es importante que la compra se realice en los negocios establecidos y autorizados porque en ellos hay un control mucho más fehaciente sobre la manera en que se comercializa la carne”.
Fontenla cuestionó que haya gente que “por un poco menos de dinero” compre por canales que no sean “normales ni adecuados” poniendo en riesgo su salud.
El contrabando disminuyó
Otro de los desafíos es el control y el combate al contrabando, que por diversas razones ha disminuido, pero continúa siendo un problema para el sector carnicero.
Hay una caída del contrabando “porque los precios que se manejan sobre todo del lado de Brasil no son mejores a los de acá, entonces no se está dando de forma fluida como sí se dio, y muy fuertemente, en años anteriores”.
La amplia frontera seca que tenemos con Brasil es una debilidad que se potenció “cuando los controles fronterizos eran muy menguados y permitió un importante ingreso de ganado y de carne. Hoy a través de la militarización de la frontera, con una guardia mucho más importante, se ha detenido muchísimo”.
A pesar de los precios que no hacen una diferencia importante con Brasil, y el aumento de los controles fronterizos “es muy común que entre pollo de forma clandestina. En Cerro Largo, Rocha, Rivera, hay ingreso de carne de pollo desde hace mucho tiempo, aunque de alguna manera se ha detenido parte de eso”, expresó.
En vacunos, “los cortes de mayor valor como la pulpa de trasero son los que mejor rinden” a los contrabandistas.