miércoles 24 de abril, 2024
  • 8 am

Hacia allí va el Uruguay

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
En el área de la educación, donde desarrollo una de mis actividades laborales, hacía algunos años, donde se venía hablando y discutiendo sobre nuevas estrategias educativas, dentro de las cuales se encontraba la educación a distancia, o sea aquella modalidad donde se podía llegar a brindar clases, no estando el docente presente en el aula.-
No terminábamos de poder responder a todas las preguntas que nos hacíamos; se podría? teníamos las herramientas apropiadas? nos podríamos acostumbrar educadores y los educandos?
Un sinfín de preguntas, que teníamos miedo de responder, pues somos seres humanos, y las salidas de la zona de confort, siempre nos produce temor.
Llegó abril de 2020 y las autoridades nos comunicaron que debíamos proceder a dictar las clases de manera virtual inmediatamente.
Zoom, Meet, Crea, Moodle, Whatsapp, Correo, fueron varias de las plataformas que hemos aprendido a conocer, experimentar y utilizar, con errores y aciertos como seres humanos que somos, a los que mal o bien nos hemos podido acostumbrar.
Es parte del teletrabajo, esa nueva modalidad que avanzó en éste año y medio en todo el mundo y por supuesto, el Uruguay no quedó ajeno al mismo.
En nuestro país, se acaba de aprobar una ley, que reglamenta el teletrabajo, y son muchos los desafíos a sortear.
Horas de trabajo, comunicación, compromiso con los objetivos a realizar, herramientas, problemas técnicos, desconexiones en tiempos libres, conflictos familiares, accidentes de trabajo, son todos temas en donde se está empezando a abrir los debates, pues como está expresado anteriormente, a los seres humanos, y a los uruguayos en particular, nos cuesta los cambios.
En estos tiempos venideros vamos a asistir a discusiones de todo tipo y color entre los diferentes agentes involucrados.
Ya se están anunciando paros y marchas en contra de esta nueva modalidad de trabajo, que va a llevar a demorar con toda seguridad la reglamentación de dicha ley, que va a ser engorrosa, pero a la que hay que enfrentar inexorablemente, pues como todo lo nuevo, llegó para quedarse, y para avanzar en todas las esferas, aunque en principio está reservada para lo privado.
No hay que tener miedo en avanzar hacia las diferentes reformas en materia laboral, que es lo que nos está haciendo demorar en la inserción de otras posibilidades de producción, hacia las que se dirige el mundo desarrollado.
El Presidente ya lo expresó, “el mundo va hacia allí, y hacia allí va a ir el Uruguay”.