viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Latidos 16/11/2021

TRÁNSITO
El tránsito de Salto tiene muchas dificultades y si uno hila fino podrá encontrar cientos de infracciones diarias en diversos espacios, como hablar por móvil mientras se conduce, ir fumando o tomando mate, cruzar un semáforo en rojo, no respetar el cartel de PARE, circular sin luces, tomar a contra mano, no respetar las preferencias, etc. Ahora, estacionar 15 centímetros del cordón de la vereda o hacerlo un poco más allá de la línea divisoria en una parada de motos, es una infracción considerada menor. Una trabajadora debió acatar la multa de una pareja de inspectores por estacionar por 5 minutos unos centímetros del cordón mientras estaba en pleno trabajo. Pero además de la sanción debió soportar –al pretender explicar la razón de haber estacionado así- la prepotencia y mal carácter de los funcionarios quienes ignoraron sus argumentos todo el tiempo.
SEVEROS CON ALGUNOS
Este hecho puntual hace reflexionar que el cuerpo inspectivo no aplica el mismo criterio con todos los que circulan. Porque multa a quién estaciona por 5 minutos unos centímetros del cordón y sin embargo en muchas otras situaciones se hace “la vista gorda”. El móvil de Movilidad Urbana debería acudir -por ejemplo- a la salida de los centros educativos privados donde muchos vehículos estacionan por más de 5 minutos en doble fila y nadie es multado. En lugar de focalizarse en el chaleco reflectivo o en si se estaciona más lejos o más cerca del cordón, se debería apuntar a infracciones que ponen en riesgo a la ciudadanía y que permanecen impunes.
UN CURSO NO VENDRÍA MAL
Por otro lado, un lector opina que hay que tener en cuenta que el inspector de Tránsito es como el Policía, debe tener una buena relación con la gente y que sobre todo los más chicos lo vean como un amigo que “ayuda a proteger la vida”. Sin embargo la actitud de muchos inspectores al multar a una persona deja mucho que desear. La prepotencia no es una buena práctica, sobre todo en Salto donde la educación vial es muy poca. Quizás un curso de relaciones humanas contribuya en que el equipo inspector tenga mejores modales a la hora de poner una multa.
PIDIENDO DINERO
Un lector que a diario suele sentarse en la plaza Artigas en las tardecitas con el mate para disfrutar un poco de aire fresco, dijo que resulta “imposible” estar tranquilo sin que se acerque alguien a pedir dinero. Se pide 10, 20, 40 o 50 pesos, todo sirve, pero todos saben que es para comprar más marihuana y seguir fumando. “La Policía debería despejar las plazas que de ser un espacio de paseos y disfrute de la familia, pasó a ser tierra de los consumidores de marihuana y que sí molestan pidiendo dinero a todo el mundo” dijo.
FALTA TOTAL DE RESPETO
La murga capitalina “Cayó la cabra” mencionó en uno de sus cánticos durante la prueba de admisión la muerte de Jorge Larrañaga llevando el tema al humor. Esto molestó a la familia del ex ministro del Interior que pidió que la agrupación se disculpara. Una falta total de respeto que no hace más que hacerle muy mal al Carnaval uruguayo ya devenido a menos.