viernes 26 de abril, 2024
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Riesgos latentes para el 2022

Estudio Signorelli & Altamiranda
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Estudio Signorelli & Altamiranda

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Cr. Joaquín Forrisi
Para Estudio Signorelli&Altamiranda
Uruguay, cómo economía pequeña y abierta, tiene su suerte ligada en gran medida a tres factores: el crecimiento de la economía global, las condiciones financieras internacionales y las condiciones económicas de Argentina y Brasil.
La economía global está teniendo un desempeño por arriba de lo esperado por los analistas. Liderados por China y Estados Unidos, se espera que la economía global tenga un crecimiento del 5,6%, la tasa de expansión más alta en los últimos 80 años. En los países emergentes la situación no es tan alentadora ya que los rezagos en la vacunación de la población retardaron el reinicio de las actividades económicas.
Este dinamismo en estos países es una buena noticia para Uruguay. Particularmente el de China que es una economía que se complementaria con la uruguaya y en donde los productos agroindustriales que se exportan a ese destino generan dinamismo interno.
Esta expansión económica global junto a las políticas monetarias, llevadas adelante en 2020 por los países centrales para afrontar el covid, está llevando a un incremento de la inflación en las principales economías de mundo. Estados Unidos muestra la inflación más alta en los últimos 30 años, siendo entre enero y octubre 2021 de 6,2%. En la Unión Europea la inflación trepó a 3% en el año, registro más alto en los últimos 10 años, y en algunos países, cómo España, superó el 5%.
La cuestión principal, que los analistas esperan dilucidaren los próximos meses, es si el incremento de precios es temporal, causado por la adecuación de la capacidad productiva menguada por la pandemia, o si tiene una causa monetaria, en cuyo caso los efectos tenderían a ser más permanente y se requiere de una intervención agresiva de los bancos centrales.
De concretarse este segundo escenario, se incrementarían la tasa de interés. Esto genera turbulencias financieras y condiciones menos benévolas para las economías emergentes. El incremento de la tasa de interés tiene varios efectos adversos para países cómo Uruguay: bajan los precios de las materias primas, se incrementa el costo del crédito, baja la inversión en países emergentes y se fortalece el dólar.
El tercer aspecto relevante para es el escenario económico de los vecinos del Mercosur. Argentina navega entre la inestabilidad política y el desequilibrio macroeconómico. La combinación de caída de reservas, incremento del riesgo país y la ampliación de la brecha cambiaria ha llevado a tomar medidas poco convencionales, cómo la restricción a la compra de divisas para turismo, que impacta negativamente en forma directa en la temporada estival en Uruguay. Además de esto, Brasil se celebran elecciones el próximo año lo que genera un escenario de mayor incertidumbre sobre la concreción de la agenda de reformas llevadas adelante para mitigar el déficit fiscal y apuntalar el crecimiento de largo plazo.
Uruguay enfrenta un 2022 con riesgos en el horizonte, pero con fortalezas institucionales y financieras para lograr enfrentar las posibles turbulencias con solvencia.