viernes 29 de marzo, 2024
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Ola de calor: consejos para cuidar y prevenir el golpe de las altas temperaturas en los bebés

Los pediatras advierten que los lactantes son uno de los grupos más vulnerables. Con la ola de calor que afecta a todo el país, se deben tomar todos los recaudos para prevenir problemas en la salud. Las poblaciones más susceptibles de padecer los efectos negativos del clima hostil son las de los bebés y niños menores de 1 año. Este grupo es uno de los de mayor atención en los cuidados, ya que los lactantes aún no tienen desarrollado plenamente el mecanismo de regulación de la temperatura corporal.
SÍNTOMAS DE UNA OLA DE CALOR
Los síntomas de una ola de calor suelen ser vómitos, confusión, sueño, sensación de mareo y debilidad. Si no se presta atención a los síntomas y se reacciona rápido, el golpe de calor puede ocasionar problemas mucho más graves, pudiendo llegar a provocar un fallo multiorgánico. En el caso de los bebés, como no pueden expresar su malestar, hay que prestar especial atención a su comportamiento y, en el caso de sospechar que el niño puede estar sufriendo un golpe de calor, es necesario tumbar al pequeño en un lugar fresco y bien ventilado.
CÓMO EVITARLO
Los pediatras aconsejan para evitar golpes de calor y proteger al bebé del calor del verano:
-No abrigar al bebé
El niño pequeño siente la temperatura igual que el adulto. Si en verano la madre está acalorada, el bebé también lo está. No es buena idea abrigarle por si acaso: el exceso de calor puede provocar sudamina, una erupción de la piel que se produce por la obstrucción de las glándulas sudoríparas o, en el peor de los casos, un golpe de calor. En el recién nacido podemos notar las manos y los pies fríos, pero eso no indica que esté destemplado.
-Temperatura en casa y aire acondicionado
El niño se sentirá a gusto con una temperatura ambiental de 20 o 22º C. En lugares calurosos, la casa se puede refrescar con aire acondicionado, bien sea encendiendo y apagando el aparato de forma intermitente o manteniéndolo encendido en las horas de más calor a una temperatura uniforme.
-Paseos solo por la sombra
Pasear un cuarto de hora al aire libre proporciona al bebé toda la vitamina D que su cuerpo necesita para evitar el raquitismo. Los mejores momentos para estar al aire libre son por la mañana temprano o al atardecer, cuando el calor y la intensidad de las radiaciones solares van declinando. Aunque la temperatura sea suave, el niño debe ir protegido por una sombrilla y una gorra con visera o un sombrero de ala.
-Cuidado con el sol
Evitar el sol es el mensaje. El bebé tiene la piel muy sensible, una exposición aunque sea breve puede producirle una quemadura de primer grado. En los primeros seis meses está contraindicado proteger su piel con crema solar por el riesgo de alergia, a partir de esta edad no debe salir a la calle sin una crema infantil con factor alto.
-Ofrécele agua, también si toma el pecho
En verano hay que ofrecer agua al bebé entre las tomas; si la rechaza, no se debe insistir porque es señal de que no la necesita. Los bebés alimentados al pecho suelen tomar menos agua que los alimentados con mamadera, pero, cuidado, pueden pedirla en ambientes muy calurosos.