Est noche se inicia el Australian Open, el primer Grand Slam del año, que se extenderá hasta el domingo 30. Con el sorteo del cuadro principal ya realizado, solo queda una duda: si jugará el último campeón, máximo ganador y número uno del mundo, Novak Djokovic.
El serbio está envuelto en una polémica que excede a lo deportivo tras su arribo a Australia con un permiso de exención médica por no haberse vacunado, que fue incluido dentro del sorteo y debería enfrentar a su compatriota Miomir Kecmanovic. Sin embargo, su presencia está muy comprometida y el futuro del serbio será definido por la Justicia en estas horas.
Este viernes ya se conoció un avance: Alex Hawke, ministro de Inmigración de Australia, decidió rechazarle el visado al tenista, lo que significa que no podría permanecer en el país para disputar el certamen. Pero todo está aún por definirse, ya que los abogados de Djokovic tuvieron una audiencia con la Justicia, que hoy debería expedirse.
En caso de que Novak Djokovic (primer cabeza de serie del torneo) no pueda disputar el torneo, sería necesario reacomodar el cuadro principal siguiendo lo establecido por el reglamento. Como la baja se produciría entre los cuatro primeros, el tercer cabeza de serie pasaría a ocupar el lugar del serbio, que sería el alemán Alexander Zverev, quien a su vez le dejaría su lugar al quinto cabeza de serie. Este mismo procedimiento se aplicaría hasta diagramar el cuadro por completo.
Para que sea posible poner en práctica este reglamento, la deportación de Djokovic debiera producirse antes de que comience el torneo. En caso de que el jugador continúe con posibilidades de disputar el torneo con éste ya iniciado, pero que luego sea dado de baja para competir, su lugar será reemplazado por uno de los lucky losers de la ronda clasificatoria y todo el proceso de cambio de cabezas de serie descrito anteriormente se descartaría.
