jueves 18 de abril, 2024
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Juan Manuel Bartaburu, un hombre multifacético que presentó un libro sobre la historia de localidad de Young

Por Melisa Ferradini.
Juan Manuel Bartaburu Miggones nació en Young, departamento de Río Negro el 29 de setiembre de 1935. Ha formado su familia junto a su esposa Marisa Olarreaga y sus 5 hijos: Ana, Juan Pablo, Rodrigo, Martín e Isabel y tiene 16 nietos. Fue bancario y profesor de historia en varios liceos de Salto durante varios años. Ejerció la presidencia de instituciones agropecuarias como la Asociación Agropecuaria de Salto y CALSAL. También ha sido miembro participativo de Central Lanera Uruguaya y Cooperativas Agrarias Federadas. En el 2001 publicó para distribuir en Enseñanza Primaria una revista en apoyo del tránsito de barcazas con granos desde Salto a Nueva Palmira y sobre producción de biodiesel en CALSAL. En el 2004 con motivo de la construcción del Monumento Producción Ovina publicó una revista en homenaje a los señores que crían, a los peones, a las organizaciones que la comercializan. En el año 2006 escribió Relatos para nietos El Callejón de Guaviyú en edición solo para sus 16 nietos. En esta entrevista nos relata la historia de su tercer libro “Young…Aldea Pueblo Ciudad”, un homenaje al pueblo donde nació. Lo realizó porque tenía una cantidad de anécdotas de su niñez y de su adolescencia que quería compartir.
-¿Cómo fueron sus inicios en la actividad agropecuaria?
– Yo tenía una actividad ciudadana como empleado del Banco República hacía 16 años y además hacía 7 años que era profesor de historia en varios liceos de Salto. Estaba muy conforme y muy tranquilo con estas actividades pero en determinado momento la familia Olarreaga- Recalde que eran 6 hermanos, resolvieron que debían poblar el campo y trabajar dicho lugar. En junio de 1966 se hace un contrato y entran como socios los 6 hermanos Olarreaga- Recalde y los 4 maridos entre ellos yo que era el más joven de todos y que tenía pocos años de casado. Yo con una niñez que había sido en una granja y lechería en Young donde había nacido en 1935 y donde había vivido hasta los 14 años. Después me traslade al departamento de Paysandú en busca de trabajo en ese entonces un lugar muy movido por sus fábricas. De esa actividad me sentía muy bien posicionado, conforme y muy bien trabajando. A pocos años de iniciarse la sociedad entre los hermanos fallece el administrador del campo que se había nombrado. El campo que había que llenarlo de ganado para que fuera rentable y productivo. Así comencé en el año 1967, hace 55 años que me considero ganadero porque me asocie con la familia aún estando trabajando en el banco y siguiendo como profesor también. Terminé siendo el administrador general del campo llamado Guaviyú en el departamento de Artigas.
-¿Cómo ha sido su experiencia como dirigente agropecuario?
-Han sido experiencias buenísimas ser Presidente de CALSAL y de la Asociación Agropecuaria de Salto. En el año 1979 me vinculé a CALSAL porque yo quería seguir mejorando la lana Merino que tenía. Quería hacer de esa lana mediciones y finura y estar en los primeros planos en cuanto a la calidad y a la presentación. Eso se lograba en ese momento asociándose con Central Lanera. Inscribí mi lote y me dieron las finuras del lote y desde allí me llamaron de CALSAL que me integrara como directivo. De ahí estuve muchos años en la directiva de la cooperativa y cumpliendo los estatutos para ser presidente. Después que finalicé el último mandato allá por el año 2003 – 2004 quedé como fiscal y he seguido hasta ahora. En determinado momento he sido fiscal de CALSAL, Central Lanera y Cooperativa Agraria Federadas. Todas estas experiencias han sido un gran aporte de posibilidades para abrirme al país y el mundo. Para ser un buen dirigente gremial agropecuario lo primero e importante era que tenía que ser un buen productor y un productor exitoso. También he sido Pte. de la Asociación Agropecuaria de Salto en 2 períodos de 2 años. En este momento soy fiscal. Siempre que me precisen y me convoquen trabajaré sin ningún problema. Siempre estoy para la institución.
-¿Qué motivación se originó en usted para escribir un libro?
– Yo empecé con el Monumento al Ovino que lo hicimos en el año 2004. Me preocupé que hubiera un homenaje a la producción ovina. A los señores que crían, a los peones, a las organizaciones y que comercializan. Mientras estaba gestionando esos meses de trabajo, ahí comencé a escribir y a revisar como era el comportamiento de los lanares. Me di cuenta que la oveja había sido fundamental para que el hombre se empezara a mover en el mundo. Hace 10.000 años el hombre domesticó a la oveja y el caballo y se puso a moverse en el mundo. Tenían el transporte al caballo y tenían la comida fresca de la carne de la oveja. Tenían leche, carne, abrigo y utensilios que lo sacaban de los huesos de la oveja. La oveja fue fundamental para que el hombre se empezara a mover en el mundo. En esa revista que consta de 10 capítulos muy fácil de leer relato sobre este tema. Ahí comencé como escritor. En el año 2006 hice una publicación interna para mí que se llamó “Relatos para nietos”. Saqué del olvido al matrimonio Recalde – Tellechea que habían sido fundadores de Guaviyú expliqué todo el proceso y realicé un libro para cada nieto. Edición propia para mí 16 nietos. Después rescate a mi bisabuelo Paul Bartaburu, porque es el sur de Francia. “Paul un inmigrante” es el libro. Ese libro lo presenté en el año 2019. Rescaté el apellido del olvido, como llegó el apellido Bartaburu. Mi tercer libro es homenaje a mi pueblo donde nací Young. Lo hice porque tenía una cantidad de anécdotas de mi niñez y de mi adolescencia. Es una comunidad muy distinta al resto. Muy solidaria y emprendedora. Mi abuelo llego en 1915 con 15 hijos cuando aquello era una aldea. Mi abuela con un grupo de gente muy dispuesta creo la capilla. Una comunidad muy interesante. Eso me llevo a tener mucho material para hacer un relato de cómo se mueve esas personas en esa monarca en recursos. Una comunidad trabajadora y prolija. Conseguí material y lo llevé a cabo. Este libro logra sacar del olvido a una cantidad de personas y hechos en Young que fueron importantísimos.
-¿Cómo ve la realidad económica del país y de Salto en particular?
– Un país agropecuario que ha tenido sus altas y bajas a través del siglo XX. Ha tenido gobiernos que han trabajado bien que han apoyado y otros gobiernos que a veces han querido sacarle más de lo que pueda. Hay entra toda la parte impositiva que es importantísima. Cuando vos ponés impuestos fijos, estos son fijos. Cuando vos tienes pérdidas y cuando tienes ganancias. Después de muchísimos años se consiguió que en reformas sucesivas se fuera básicamente a una tributación por ganancia o por buen desempeño del agro. Ahí cambió totalmente y cambió la percepción. Como empezó el gobierno a ser socio en las buenas y no socios en las malas. Eso fue fundamental. Las gremiales lo han ido consiguiendo. Las gremiales fueron tratando de hacer entender a los gobernantes de turno de que el agro es importante. Se ha logrado colocar nuestros productos en el mundo.
-¿Qué opinión tiene sobre la creación de la Central Citrícola?
-Yo estuve desde la Asociación Agropecuaria siempre apoyando al Centro Comercial en todas sus movidas. Primeramente lo hicimos con el IMAE y después con el tema de la Central Hortícola también. En el año 2000 realizamos un estudio que si se lograba exportar junto con Gualeguaychú a Buenos Aires y establecer un canal de exportación en el rubro hortícola era probable que fuera exitoso y luego sería posible también para la leche y la carne.
-¿Qué le gustaría que se incentive para lograr que la Central sea dinámica y productiva?
– La integración es fundamental. Tengo muchos años de experiencia en cooperativas y todo lo demás. Si se integran todas las gremiales que existen en la zona. Si se integran todas y comienzan a trabajar todas, ahí se cumplirá mejor y con mejor calidad la demanda. Si eso se logra esto será exitoso sin duda alguna. Esa cadena de producción en Salto es más fácil integrarla, el productor con el consumo y todo lo demás. Yo veo a Salto con una gran potencia de producción de futuro. Lamento que no haya tenido éxito como por ejemplo en la exportación hortícola a porto Alegre. Que se probó en algún momento. Es una gran ciudad con un consumo muy grande.
-¿Cuál es el debe del gobierno en este tiempo con la producción agropecuaria?
-El gobierno actual es uno de los mejores que ha atendido el agro sin dudas. Lo comprende mejor.