Por el Esc. Gustavo Varela
La semana pasada, los gremios de UTU, Formación Docente y Funcionarios de Codicen también los gremios docentes de la Universidad de la República (Udelar) y la Universidad Tecnológica (UTEC) y por los gremios estudiantiles la Federación Nacional de Estudiantes Universitarios (FEUU), los estudiantes del IPA y de Magisterio y otras carreras de formación docente de diferentes partes del país, realizaron un paro de actividades, cuya plataforma era básicamente “en contra de la Reforma de la Educación, contra los recortes, contra el desmantelamiento en la misma”, según así lo explicitaron.
No sé como fue el índice de acatamiento, aunque en el interior pararon más los estudiantes que los docentes mismos.
Indudablemente que todo forma parte de la embestida que el Pit-Cnt en conjunto con el Frente Amplio, están llevando a cabo contra el gobierno nacional, para intentar construir un relato negativo de la situación económica y social.
Nótese la similitud de discursos, con un acto desarrollado en Salto, donde el intendente “Gulliveriano”, expresó “tenemos muchos desencantados que pensaron que iban a estar viviendo los mejores cinco años de sus vidas y están pasando muy mal, por no tener empleo o por tenerlo y vivir en uno de los países más caros del continente y que el salario no le alcance para nada”.
Todo es parte del intento de construir el relato que la izquierda precisa (y que lo utiliza), para crear sensaciones de descontento, donde no lo hay, o donde huele que se va a intentar llevar a cabo reformas de las estructuras que habían creado cuando fueron gobierno, en éste caso hablo específicamente de la educación.
Al otro día de haberse desarrollado el paro nacional, en una reunión de coordinación de docentes de UTU, se explicitó lo que es la implementación en el año 2023 de un “Centro Educativo María Espínola”, que básicamente son escuelas de tiempo completo o extendido, cuyo objetivo es el mejoramiento de los aprendizajes mediante la reestructuración del uso del tiempo escolar, lo que significa más horas docentes, la creación de nuevos cargos en toda la grilla, para el funcionamiento de dicho Centro, la remodelación de la infraestructura para desarrollar el mismo, como así también se habló de mayor inversión en locales afines al mismo.
Esto es sólo en Salto, pues en el año pasado se han implementado 12 centros en varios puntos del país, éste año se sumaron 17 centros, avanzando hasta la cifra de 60 que se piensa tener para el año de 2024.
El relato y la cantarola la llevan a cabo quienes intentan crear una ficción para poder llevar sus intereses partidarios e ideológicos adelante, a cualquier costo.
Aunque sea llevando por delante el futuro de los chiquilines.
La realidad es, que desde el gobierno se intenta llevar adelante una reforma, para cambiar lo que funciona mal, tanto desde el punto de vista de los contenidos, como también de la infraestructura necesaria.
¡No te comas la pastilla!
