lunes 7 de julio, 2025
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El hombre del Fonógrafo en el Salto Oriental

Avisos judiaciales

Por Cary de los Santos
EDISON INVENTA EL FONÓGRAFO
El día 12 de agosto de 1877 el inventor norteamericano Thomas Alva Edison, anunció la invención de su primer fonógrafo y en ese mismo año lo patentó. Edison creó este gran invento mientras investigaba en su laboratorio de Menlo Park, una manera de mejorar las comunicaciones telegráficas. Sin lugar a dudas, fue el primero en la época en lograr de forma eficiente el registro y reproducción del sonido, llegándose a difundir y comercializar en todo el mundo y convirtiéndose luego, en un producto de entretenimiento en las grandes ciudades y de uso doméstico de las familias acomodadas.
FUNCIONAMIENTO DEL FONÓGRAFO
El prodigioso aparato estaba constituido por un cilindro de metal recubierto por papel de estaño, sobre el cual se apoyaba una punta de acero (conocida luego cómo púa) colocada en el centro del diafragma. Al hablar o tocar un instrumento delante del diafragma, la energía sonora de la voz o del instrumento (ejemplo violín), la hacía vibrar y transmitir las vibraciones a la punta o aguja de acero. Luego la aguja trazaba sobre el estaño un surco continuo helicoidal, dónde quedaba registrado todos los carácteres distintivos del sonido inicialmente producido delante del diafragma. Sin embargo, la intensidad se reflejaba en la profundidad del surco, la altura en el número de incisiones por unidad de longitud y el timbre en la forma del surco. Finalmente, las grabaciones del cilindro puesto en movimiento de una forma adecuada, una vez terminado el registro, inducía vibraciones sobre la aguja, que a su vez, la transmitía al diafragma reproduciendo el sonido registrado.
EL ENSAYO DEL FONÓGRAFO EN PARÍS
“En la última sesión de la Academia de Ciencias de París, se presentó a dicha corporación, la primera máquina parlante que se ha recibido en Francia. El fonógrafo de Mr. Edison es ciertamente una de las más grandes curiosidades de nuestra época. El fonógrafo es un instrumento que escucha, registra la conversación y la reproduce en seguida a voluntad, tantas veces como se quiere, con el timbre, él acento, y todos los detalles de pronunciación de los que han hablado. Es verdaderamente una maravilla. El instrumento construido por Mr. Edison fue colocado ante la Comisión de la Academia, sobre una pequeña mesa. Su volumen puede compararse al de un acordeón; tiene un metro de largo y 20 centímetros de ancho. Un ayudante de Mr. Edison sentado delante de la mesa, pronunció de un modo claro, frente de un pequeño portavoz que tiene el instrumento, lo siguiente: «El fonógrafo se honra de ser presentado a la Academia de Ciencias.» Se pidió el silencio, El ayudante introdujo «en él portavoz un gran cono acústico de cartón. Enseguida puso en movimiento la máquina, y. al momento,» con gran asombro de los presentes, se oyó que el fonógrafo repetía con una voz muy clara, pero un poco nasal: «El fonógrafo se honra de ser presentado a la Academia de Ciencias.» El ayudante de Mr. Edison es americano; habla el francés perfectamente pero con un pequeño acento. La máquina reproduce el tono de la voz con una semejanza sorprendente. El parecido era tal, que un miembro de la Academia, bastante incrédulo, no pudo menos de decir a media voz: «Pero esto es imposible, la máquina nada tiene que ver en esto, lo que verdaderamente oímos es un ventrílocuo.» Se repitió el experimento con otras personas, y el resultado fue exactamente el mismo…”
EL FONÓGRAFO EN LOS DIARIOS DE ÉPOCA
El sistema del fonógrafo enseguida maravilló a las personas y se difundió su existencia en las columnas de los principales diarios del mundo y de nuestro país. Enrique Méndez Vives, en su excelente publicación «La Tiza y el Sable», nos cuenta sobre el impacto causado por el fonógrafo: «…La Campaña también comentaba la maravilla de la «voz humana archivada.» «Dícese que el aparato construido por Edison […] es del tamaño de una gran caja de música. Hablase al lado, de frente a una especie de portavoz. […] Colocando el oído en la corneta, créese oír la persona que hablara precedentemente, y que entretanto conservase callada […] Por una maravilla de la ciencia nos será posible conservar la voz de una persona querida.»». En octubre del 78, El Telégrafo Marítimo anunciaba escuetamente: «En un escaparate de la calle de los Treinta y Tres frente al Club Uruguay se ostenta el primer fonógrafo que acaba de introducirse al país».
EL FONÓGRAFO MODIFICADO EN EL SALTO ORIENTAL
El Prof. Arturo Aníbal Gagliardi en su excelente libro «Crónicas de Antaño», nos brinda información sobre el ingenioso aparato de Edison.
Así decía: «Un aviso de época – 1894 – habla del “FONÓGRAFO MODIFICADO” primero que funcionó en Salto. Hoy a las 6 p.m en adelante se exhibe en calle Uruguay Nro. 110 un fonógrafo de lo más modernos; el mismo cuenta con un repertorio de más de 80 piezas musicales de los mejores maestros, cómo Verdi, Gonoud, Mascagni, Bethoven y en el cual se oye la voz de Adelina Patti, la Tetrazini, Tamagno y otros famosos artistas. Cada espectador tiene derecho a una audición de cuatro piezas. Cuenta también el fonógrafo citado varios discursos y recitados de literatos eminentes. La entrada para adultos vale 0.50 y para niños 0.25 centésimos.»
EL HOMBRE DEL FONÓGRAFO EN EL SALTO ORIENTAL
El primer fonógrafo que apareció en la progresista ciudad del Norte , fue traído por el empresario italiano José Barucci, quien ofreció a los salteños de la época, varias audiciones con el maravilloso inventó en la planta baja del local de la Sociedad Argentina de Socorros Mutuos, ubicada en la calle Uruguay. Se cobraban 50 centésimos para oír tres piezas impresas en aquellos primitivos cilindros de cera. Sin embargo, el fonógrafo impactó tanto a los vecinos del Salto, que hasta el Prof. Gervasio Osimani, llegó a grabar su voz. El prestigioso diario La Tarde, en una crónica aparecida en el año 1925, refiriéndose al hecho, decía: «el profesor Osimani fue requerido para imprimir un discurso exaltando la singularidad del invento, y ello aumentó el interés de las audiciones…»

Thomas Alva Edison con su ingenioso invento.

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