viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

Y la República, funcionó

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por el Esc. Gustavo Varela
La Real Academia Española, define a la República en varias acepciones, entre las cuales están las siguientes.
1. Organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por el Parlamento para un período determinado.
2. Por oposición a los gobiernos injustos, como el despotismo o la tiranía, forma de gobierno regida por el interés común, la justicia y la igualdad.
Esto, viene a cuenta de lo ocurrido en la semana, que es titular de los medios de todos los días, y será de varios más.
El jefe de custodia del Presidente, fue investigado por la fiscalía por la presunción de haber cometido determinados delitos, y llegó a la conclusión que tenía motivos suficientes para detenerlo y formalizarlo.
En el momento que el Presidente llegaba al país desde el extranjero, el Director de Inteligencia le comunicó que se iba a proceder a detener al involucrado, cosa que inmediatamente se llevó a cabo.
Esto que se lee con naturalidad, realizada como corresponde por las autoridades nacionales, y que debería darse en todos los países, no es común que ocurra.
Basta mirar por el barrio latinoamericano, para ver que cuando ocurren esos hechos, tan cercanos a las cúpulas del poder, parecería que el camino para que las autoridades puedan proceder como la justicia lo pide, se transforma en algo muy laberíntico.
Bueno, no vayamos tan lejos, recordemos lo que fue el operativo Pluna que llevó a cabo el gobierno de Mujica, para ocultar las intenciones que querían lleva a cabo.
O sea, el poder se interpuso ante la justicia, para ocultar lo que estaba aconteciendo.
Un dislate total, como la izquierda está acostumbrada a hacer.
En cambio en el caso “Astesiano”, podemos afirmar que la república funcionó.
Nadie se interpuso entre lo resuelto por la justicia y su ejecución.
El poder siempre se siente tentado de ocultar los errores u horrores que ocurren a su alrededor.
Muchas veces lo hacen y salen bien, y muchas veces lo hacen y sale mal.
Por eso es buena la forma en que funcionó en ésta oportunidad.
¿Alcanza con lo descubierto?
No.
Hay que ir a fondo y que paguen los que tengan que pagar.
Tenemos la obligación de ser diferentes a los anteriores.
No queremos que quede tan sólo como una anécdota, como quedó lo de Gas Sayago, Pluna y su Caballero de la Derecha, Fripur, Ancap, como lo del Pato Celeste que prácticamente era el que manejaba la política exterior de Mujica.
Bienvenido al Republicanismo que estuvo ausente durante tanto tiempo.
Pero ojo.
Alerta hay que estar siempre, pues el poder es un tremendo narcótico, y de éstos hay que mantenerse siempre alejados.