viernes 19 de abril, 2024
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Venta del vapor oriental “Montevideo”

Por Cary de los Santos.
El día 10 de junio de 1861, en Montevideo don Mariano Cabal, propietario del vapor oriental “Montevideo”, realizaba la escrituración de la venta y enajenación del mencionado vapor a favor de su socio ganadero don Ricardo A. Williams.
“…Ante mí, el infraescrito Escribano y testigos, compareció Don Mariano Cabal, vecino del Salto á quien doy fe conozco y digo: que por medio de este acto público da en venta real y enajenación perpetua á Don Ricardo Williams, el Vapor Oriental Montevideo de porte de ciento noventa y una toneladas, en el estado en que hoy se encuentra con todos los útiles y enceres á su bordo en el concepto de que no reconoce ninguna especie de obligación ni gravamen…”
Sobre el valor del buque el documento, decía:
“…Mediante la suma de cincuenta mil patacones de novecientos sesenta centavos de real cada uno que ha recibido á su satisfacción, antes de este acto en moneda corriente por lo que le otorga carta de pago en forma con renuncia de la ley novena título primero, partida quinta. Asegura que esa cantidad es el justo, líquido y verdadero valor del buque vendido que mas no vale pero si valiese, hace del exceso cualquiera que sea gracia y donación al comprador…”
Don Ricardo A. Williams, el día 5 de octubre de 1861, ante el escribano público Enrique del Castillo, realizaba los trámites tendientes a otorgarle a don Apolinario José dos Santos, todas las facultades legales, para que procediera a la venta del vapor “Montevideo”.
“En la Villa del Salto a cinco de Octubre de mil ochocientos sesenta y uno ante mí el infrascripto Escribano público y testigos compareció Don Ricardo Williams de este vecindario y comercio al que conozco de que doy fe y dijo: Que por medio de la presente carta pública dá y confiere todo su poder cumplido y tan bastante cual por derecho se requería y necesaria sea para mas valer á Don Apolinario José dos Santos, vecino de Montevideo espécimen y señaladamente para que reposen tanto su propia persona acciones y derechos como el mismo haría si personalmente interviniese prosiga á la venta y enajenación del vapor denominado «Montevideo» con todos sus enseres, el cual le pertenece en legítima propiedad …»
OPINIÓN SOBRE EL ARMADO DEL VAPOR
En septiembre de 1861 el vapor “Montevideo”, de la arruinada Sociedad de Navegación Oriental a Vapor “Salteña”, es vendido. ¡Qué ironía su destino! Sería el de integrar la “Escuadra del Gobierno de Buenos Aires». Fue comprado en 4000 onzas y luego pasó a ser artillado. Juan A. Gelly y Obes, en carta fechada el 27 de septiembre desde Buenos Aires y dirigida al Gral. Bartolomé Mitre, le anunciaba sobre la compra del mencionado vapor y, además ofrecía su opinión sobre el artillado del mismo o la de utilizarlo como simple transporte.
“…Si lo quieren armar, en esa hay cuatro carronadas de á 20, que se pueden poner rápidamente, y si no se quiere perder tiempo, como transporte puede serle muy útil…”
El Gobierno de Buenos Aires, tenía las intenciones de integrar a la “Escuadra de Buenos Aires”, al vapor titulado “Espigador”, que según los consejos del Coronel Gelly y Obes, tenía mejores condiciones que el vapor “Montevideo”, para ser armado en guerra, porqué su casco era de madera y podía resistir una caliza de fuerte calibre, pero esto último, era en caso de que se extendiera la guerra con el Gral. Urquiza y quedaba librada la decisión final del Gral. Bartolomé Mitre, si se quería asegurar el poder naval frente a la escuadra enemiga.
“…Mañana me ocupo, con la preferencia del caso, del armamento del «Montevideo», y si es posible conciliarlo todo, lo despacharé llevando una carga de comisaría y los cañones que haya que llevar, para que se vaya trabajando en ellos. Nada me dice sobre la remisión del 7º y como pide se arme el «Montevideo», cuando sabe que sólo en este buque se puede mandar, me entra la duda si ya no lo quiere. Dígame lo que debo hacer con él.
Mañana escribiré más despacio.
Suyo siempre.
Juan A. Gelly y Obes”
ARTILLADO DEL VAPOR MONTEVIDEO
A comienzos de octubre de 1861, aún no habían comprado el vapor “Espigador”, aunque precisaban que el negocio saliera lo antes posible, para poder armarlo. Mientras esperaban la llegada del “Espigador”, se había comenzado a trabajar en el artillado del vapor mercante “Montevideo”, y cómo lo precisaban de inmediato, las operaciones del armado fueron precarias y efectuadas lo más rápido posible. El Cnel. Gelly y Obes, en su correspondencia del día 3 de octubre, brindaba todas las novedades al respecto.
“…En el vapor «Montevideo» se trabaja con toda la actividad que es posible. Su armamento es como para suplir y producir efecto moral; sólo lleva una coliza de á 12 á proa y cuatro carronadas de á 20. Se ha hecho esto para andar pronto, pues para armarlo como usted lo indica, necesitaríamos veinte días cuando menos. No habiendo tocado nada de lo que tiene encima de cubierta para abreviar los trabajos, se emplearán ocho días, y como es urgente que esté en ésa cuanto antes, esté ó no esté concluido su armamento, saldrá de aquí el 6, llevando cuánto le falte, para que acabe su armamento, el que no será aquí concluido, por tener que tomar en ésa las cuatro carronadas de á 20…»
El día 6 de octubre de 1861, el vapor “Montevideo”, prendió sus calderas y salió a las 10 de la mañana, partiendo desde Buenos Aires con destino a San Nicolás, dónde se le colocarían las cuatro piezas de 20. Aunque previamente de la colocación de la coliza de proa, se había reforzado la cubierta con buenas cambas y mejores baos, se temía el tener que hacer mucho fuego con esas piezas, por la debilidad de la cubierta del buque. Antes de su partida, el Cnel. Gelly y Obes, aprovechaba a escribir unas líneas al Gral. Mitre, comunicándole las últimas noticias sobre el artillado del buque y avisándole sobre el cambio de nombre del buque.
“…Empiezo mi segunda carta á la siete de la mañana en la capitanía, para cerrarla á las diez, hora que se ha fijado para que salga el vapor «Pavón» porque hasta entonces tendrá carpinteros á bordo…El nombre del vapor «Montevideo», por «Pavón», se comunicó anoche, y hoy se dará el decreto…”


Cnel. Juan Gelly y Obes