martes 19 de marzo, 2024
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Centro de Capacitación en Artigas fue reconocido con el premio Institucional Morosoli Agropecuario

El pasado fin de semana, en Minas, la Fundación Lolita Rubial hizo entrega de los premios «Morosoli» a la cultura uruguaya, donde reconoció el compromiso y la dedicación de profesionales de todo el país en distintos ámbitos, inclusive en el sector agropecuario, donde se otorgó el premio institucional agropecuario al Centro de Capacitación Martín Fernando Martinicorena.
Dicho centro de estudios está respaldado por cuatro instituciones: Fundación La Magdalena, Fundación Gastessi Martinicorena, Instituto Plan Agropecuario y el Secretariado Uruguayo de la Lana. Tiene en la actualidad 22 años de vida y cuenta con más de 3.500 personas capacitadas en labores del sector agropecuario.
Miguel Dávila, gerente de Fundación La Magdalena, dijo que dicho centro comenzó el año 2000 en Salto, «nos reunimos con el Ing. Estaban Montes, que era el técnico del Plan Agropecuario, en su casa con la coordinadora de la Fundación Gastessi Martinicorena en su momento, que era Laura García Pintos, y con el Ing. Jorge Aguerre que era el técnico del SUL y allí se formó la primera actividad que tuvimos como centro de capacitación».
En este sentido señaló que luego del respaldo de cada una de las directivas de las cuatro instituciones en junio del año 2.000 se desarrolló el primer curso de capacitación.
El integrante de Fundación La Magdalena señaló que el recibir este premio «es un respaldo a la trayectoria y es un compromiso de la capacitación del trabajador rural. Estamos convencidos que el trabajador rural capacitado va a tener oportunidades laborales más interesantes que si no se prepara».
En este sentido dijo que hay casi 3.500 personas que han sido capacitadas por este centro, que en su gran mayoría son de «Salto y Artigas, por eso hay que agradecerle a los productores que nos siguen llamando para conocer la oferta de capacitación que vamos a tener y por la confianza y respaldo que nos han dado en estos 22 años, porque sin ellos no hubiera habido premio Morosoli, ni nada por el estilo».