viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

Rumores de invasión y compra de buques

Por Cary de los Santos.
Otras noticias obtenidas por el comandante del “Estacionario Castelli” y dirigida al Capitán del Puerto – Coronel Juan A. Gelly y Obes, informaban sobre los movimientos de la «Escuadra del Gral. Urquiza».
“El infraescrito pone en conocimiento de V.S., que habiendo venido anoche al costado de este buque, el bote del vapor Camila, que se halla en cuarentena, con un oficial y un práctico, á preguntar si todavía no se levantaba la cuarentena, entre otras cosas el dicho práctico del Camila dio noticia que en Montevideo habían comprado para Urquiza los vapores Salto, Menay y Pampero, y que activamente se ocupaban de armarlos, siendo los encargados los Cordero, etc., lo que me apresuro á poner en conocimiento de V.S., para lo que pueda importar. Dios guarde á V.S. muchos años.- Adolfo P. Goldril. (Parte del Comandante del Pontón Castelli) Envío de un parte : Mayo 19 de 1859.- Querido amigo: Por lo que pueda importar le adjunto el parte que me ha pasado el comandante del pontón Castelli. “Su afmo. Amigo. – Juan A. Gelly y Obes”
A LA ESPERA DE BUQUES PARAGUAYOS
Además, se decía: que Urquiza estaba a la espera de cuatro vapores paraguayos: “Río Blanco”, “Tacuary”, “Salto de Guayrá” y él “Iporá”, que venían tripulados pero sin soldados paraguayos.
“…Por ahora el punto de donde deben ustedes esperar noticias más importantes, es de Montevideo. Si esta escuadra se está armando, es indudable que han conseguido el préstamo de un millón y medio que dicen les ha hecho Buschentall; y entonces no sería imposible cortarles la yerba bajo los pies, comprando el empréstito á Buschentall, pues más que préstamo, lo que ha hecho Buschental es abrirle un crédito por millón y medio de pesos, para irlo entregando á medida que lo vayan necesitando. Ellos creen haber encontrado una veta inagotable en Buschentall, y es con la plata de este célebre bandido con la que cuentan para pagar las vacas que van á consumir en Buenos Aires. Dicen que han aceptado el préstamo de las 30.000 onzas ofrecido por Mauá; si estos banqueros se han contentado con compromisos para lo venidero, no dudo que estos hombres hayan vendido el porvenir del país con tal de tener plata…”
SUBLEVACIÓN EN EL VAPOR «GENERAL PINTO».
A principios de julio de 1859 el Gobierno de Buenos Aires, seguía aún en su intento de dominar el río Paraná y bloquear las comunicaciones al Gral Urquiza. Allí en Rosario, se encontraban los vapores de guerra “Buenos Aires” y “General Pinto” a cargo del Almirante de la Escuadra, don José Murature y su segundo, don Antonio Susini. El día 7 de julio de 1859 el Jefe de las Baterías del Rosario, sintió algunos estruendos de tiros, que aparentemente provenían del vapor “General Pinto” que estaba fondeado un poco más abajo de ese lugar, pasando con bandera blanca, poco después frente a las baterías y fondeando cerca de un vapor brasilero de guerra. Luego envió un bote a tierra para solicitar refuerzos y que ayudarán a terminar la sublevación que habían iniciado a favor del Gobierno Nacional. Antonio Díaz, en su obra “Historia Política y Militar de las Repúblicas del Plata”, sobre los acontecimientos de la toma del vapor y las víctimas y caídos durante la sublevación, nos relata lo siguiente:
“…El Capitán de la guardia D. Constantino Jorge, al tener conocimiento de la sublevación quiso imponer á la tropa; pero esta se negó á escucharle diciéndole que se rindiese. Jorge bajó á la cámara donde se encontraba el jefe con los oficiales, quienes subieron con él y atacaron á los sublevados, pero estos hicieron uso de armas, al ver caer á uno de sus compañeros, muerto de un balazo disparado por un oficial. El oficial de guardia cayó herido y D. Alejandro Murature muerto, mientras su padre recibía un balazo en el pecho que solo produjo una contusión. En ese estado huyen los oficiales y se refugian en la cámara. Ortega hace cortar las amarras, cierra las escotillas, é impone su autoridad á los marineros y maquinistas, que ponen el buque en estado de marcha. Este guiado por un práctico correntino da vuelta la isla y fondea en el puerto. Fue entonces que el batallón Palma y el escuadrón desmontado del coronel Urquiza tomaron posesión del buque. Poco después bajaron prisioneros á tierra, el coronel D. José Murature (a) Pepín, jefe de la escuadra de Buenos Aire y su secretario Campio Rodríguez. El General Urquiza decretó honores fúnebres á Alejandro Murature, ordenando que concurriesen á ellos todos los jefes y oficiales del ejército…”
¡PERO TARDE PIACHE!
El 30 de julio de 1859, el periódico rosarino “La Confederación” anunciaba a los vecinos, las últimas noticias sobre la “Escuadra del Gobierno de Buenos Aires”: “Por el vapor Rosario que llegó esta madrugada somos informados que la escuadrilla de Buenos Aires compuesta de cinco vapores, entre ellos el Camila (desarmado) estaba fondeado en San Nicolás adonde había traído alguna fuerza de infantería de guardias nacionales. El Bergantín Río Bamba estaba fondeado cuatro leguas más abajo del puerto de San Nicolás. No tenemos duda que estos buques se propongan subir hasta el Paraná para impedir el pasaje de tropas y materiales. ¡Pero tarde piache! Pueden subir cuando gusten; que hay de este lado con que entretenerlos”.
Continuará en la próxima edición.


Vapor «General Pinto» frente a Rosario (Argentina) – Óleo de José Murature – Año 1865.