viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

Otra vez los mosquitos

César Suárez
Por

César Suárez

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Por Dr. César Suárez
Me gusta el verano por múltiples razones, pero nada es perfecto, sobre todo en este verano que vengo siendo atacado por los mosquitos en forma infame, ya no sé cómo defenderme por más que vengo usando variadas estrategias, de a una o combinadas.
Repelentes, ventilador para desestabilizarles el vuelo, aire acondicionados para que se mueran de frío, insecticidas, manotazos y hasta espirales que suelen correrme antes a mí que a los mosquitos.
Hacen unos días me fui a dar la quinta dosis de la vacuna anti covid, la enfermera que me la aplicó me dio, muy amablemente varias recomendaciones, que me pusiera pañitos fríos en el lugar de la punción, que no me expusiera al sol, que en las primeras horas hiciera un reposo relativo, que si me dolía mucho podía tomar un comprimido de paracetamol. Nada de eso fue necesario, no sentí nada ni después tampoco, sin embargo, en el otro brazo, a la misma altura, me “vacunó” un mosquito que me dejó un habón con una picazón insoportable que me duró no menos de tres días, esta picadura fue acompañada de otras en antebrazo y piernas.
Cuando logro mejorarme de una o varias picaduras vienen otros y me renuevan la molestia.
Claro, uno dice mosquitos, pero las que realmente pican son las mosquitas hembras que necesitan de la sangre donde obtiene proteínas y grasas para desarrollar su sistema reproductor para luego poner entre 50 y 200 huevos para perpetuar la especie.
Los mosquitos machos se alimentan del néctar de las flores y jugo que extraen se las frutas donde obtiene la fructosa para tener suficiente energía para volar, las hembras también, pero aparte necesitan de la sangre.
Pero más allá de la molestia que causan las picaduras de las mosquitas, frecuentemente necesitan picar varias veces para llenar su estómago y terminan picando a varias personas o animales en forma sucesiva y si alguno está infectado de algún vector trasmisible, lo transportan de una persona o desde algún animal a otra persona, generando una trasmisión de enfermedades en cadena.
Según he podido averiguar se conocen más de 2500 tipos de mosquitos diferentes, pero se calcula que hay más de 10.000 que distribuyen por toda la superficie del planeta.
La vida de los mosquitos es corta, entre 10 y treinta días, pero las hembras suelen vivir más de 40 días para poder cumplir con todo el ciclo reproductivo. Tiene que crecer, alimentarse formar los huevos, depositarlos, generalmente sobre agua limpia y estable, estos huevos se transforman en larvas y unos 15 días después se transforman en mosquitos que salen a perturbar la tranquilidad de la gente.
Más allá de las molestas picaduras que generan las mosquitas, como se sabe, a picar a varias personas o animales puede trasladar vectores que son responsables de varias enfermedades algunas que afectan a población de nuestra región que, aunque poco numerosos, han comenzado a hacerse con el tiempo más frecuentes tales como el dengue que lamentablemente han comenzado a detectarse casos, primero importados y luego algunos casos autóctonos y otro que nos afecta más directamente a nosotros en nuestro departamento como el caso de la leishmaniasis que se ha comprobado que afecta a muchos perros en nuestra ciudad y cuando la mosquita o flebótomo pica a un perro infectado y luego a un ser humano, trasmite la enfermedad, habiéndose detectado, lamentablemente, ya algunos casos humanos.
En otras regiones del mundo, las enfermedades trasmitidas por mosquitos son un azote dramático de la salud de la población, así como de los sistemas sanitarios tales como la fiebre amarilla, zika, chikungunya, malaria entre otras.
Aquí, más allá de los riesgos sanitarios por la transmisión de enfermedades que en ocasiones suelen tener graves consecuencias, se transforman en cada verano en una tortura para los que tenemos cierta sensibilidad alérgica de la que casi no hay forma de escapar por más dermatólogo que sea.