Por Carlos Silva
Cada ser humano elige como vivir, decide qué camino seguir y es dueño de su destino en base a su actuar en el transcurso de la vida. Cada uno le da la impronta que quiere y la manera de ser de cada individuo, se ve expresada en sus actitudes. A medida que vamos creciendo nos vamos moldeando y muchas veces tomamos ejemplo del entorno en que nos desarrollamos, pero hay algo que lo traemos dentro y es la impronta personal.
El Presidente Luis Lacalle Pou, es alguien que conocemos desde hace más de 10 años y hemos podido compartir distintos momentos junto a él. Desde las cuestiones personales e ir cultivando una relación más allá de la política, hasta lo más protocolar en su rol como Presidente de todos los Uruguayos. A lo largo de este camino hemos aprendido a conocerlo y, sobre todo, a respetar su actuar en la vida.
Es una persona frontal y directa, que pone por delante los problemas de cada individuo y siempre hace saber que quizás sean cosas chicas para el mundo, pero el problema que enfrenta cada persona, es el más importante y por eso, se debe tratar con el mayor de los respetos. Esto lo define como alguien sensible, tolerante y abierto a escuchar a todos.
En estos años fuimos viendo como también siempre están por encima los intereses de la Patria que los partidarios y ha dado sobrados ejemplos de ello. También nos ha enseñado que en la actividad política nunca hay que llevar los temas al terreno de lo personal y sobre todo, cuando se critica, nunca hacerlo sin fundamentos firmes. Siempre utiliza una frase que dice “firme con las ideas, suave con las personas”.
Hace unos días cuando se cruzó con el presidente del Frente Amplio Fernando Pereira y este se arrimó para saludarlo, le dio el saludo que se merece, correcto, pero marcando la cancha. Ya no se puede seguir tolerando que todos los días solo se reciban críticas y muchas veces infundadas, permitir que se quiera generar un relato que no es verdad y llegar al punto de utilizar cuestiones personales, para buscar un rédito político.
El Frente Amplio y su brazo sindical, el PIT CNT, de donde salió Pereira, han rebasado algunos límites, queriendo insinuar cosas sin pruebas, olvidándose de los que fueron los 15 años de gobierno de Frente Amplio.
Quizás haya que recordar que un vicepresidente renuncio acusado de corrupción y luego fue condenado. Una Senadora, Michelle Suarez, procesada por estafa, falsificación y falso testimonio. Ministro de Economía y presidente del BROU también procesados por el caso PLUNA. Bengoa, por el absurdo de ser los únicos casinos del mundo en dar perdidas y podríamos seguir con otros casos similares.
Aquí el ánimo no es el de desviar la atención con lo mal que hacen los demás, sino de demostrar que en todos lados puede haber traidores y corruptos, pero está en la actitud de cada uno como se enfrenta a eso. Cuando éramos oposición se pidió “cuidar la institucionalidad” cuando renuncio Sendic y así se actuó.
Ahora desde acá solo reclamamos coherencia al momento de criticar y que, en política, como en la vida no todo vale, todo pega la vuelta y todo tiene un límite.
