viernes 26 de abril, 2024
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Los inicios de la Cruz Roja en Salto en 1897.

Por Cary de los Santos.
Humanitaria acción de la logia salteña.
Luego de constituirse la primera «Comisión de la Cruz Roja de Salto», en la reunión realizada el 10 de marzo de 1897  en los Salones de la Junta Económico Administrativa del Departamento de Salto,  la logia «Hiram Unión» con motivo de haberse fundado la Cruz Roja en el ejido del Salto, decidí contribuir al sostenimiento de la  humanitaria institución, ofreciéndole al principio,  una fuerte suma de dinero a  su Comisión Directiva, y se comprometía a  seguir contribuyendo en forma periódica.
El prestigioso diario salteño «El Avisador», en su edición del 13 de marzo de 1897, decía sobre la acción  humanitaria de la logia Hiram Unión, lo siguiente: «…Obras como estas atraen siempre las simpatías á las sociedades que les practican, y muestran más si se tiene en cuenta que esas obras son el principio institucional en que descansa el gran templo masónico.
Bien pues, por la masonería salteña.»
Solicitud de la «Comisión de señoras de Cruz Roja».
A los seis días posteriores de la creación de la Cruz Roja de Salto, la «Comisión de Damas» 1 , solicitaba en  las columnas de los diarios salteños más importantes de la época, la contribución de aquellas  personas más caritativas y residentes en el Salto Oriental, con los siguientes aportes: «…Camisas, calzoncillos, calcetines, frazadas, mantas, sábanas, fundas.
Trapos de hilo ó algodón bien lavados y planchados – desde el tamaño de un pañuelo hasta el de una sábana.
Retazos de franela bien lavados y planchados.
Vendas de dos, seis y diez centímetros de ancho y de cuatro á cinco metros de largo por lo menos.
Delantales blancos para médicos y enfermeros en poca cantidad…» 2
Creación de Distritos
de la Cruz Roja de Salto.
Luego de la creación de una «comisión especial» para la recolección de recursos para la Cruz Roja de Salto, se resolvió  que fuera la «Comisión de Damas» la encargada de recolectar objetos en las casas de  familias y comercios salteños. Sin embargo, a la «Comisión de Caballeros», se le ordenó: iniciar suscripciones para recolectar fondos, y además, imprimir listas para las suscripciones y crear «Distritos» para la recolección de los recursos. Mientras se organizaban los distritos un grupo de damas salteñas,  dedicaban su tiempo en confeccionar vendas, hilos y otros elementos de primera necesidad para la atención de los heridos en los campos de batalla.
Alcance y responsables  de los Distritos.
Distrito Nro. 1:  de calle Uruguay al Norte, al Este Valentín (hoy Joaquín Suárez), al Sur  el arroyo Ceibal y al Oeste el río Uruguay.
A cargo de los vecinos: Luis Ambrosoni, Santiago Vázquez y Jacinto Larrachea.
Distrito Nro. 2:  de calle Uruguay al Sur.
Distrito Nro. 3:  desde Valentín hasta la calle Pelado (hoy 18 de Julio) del lado Sur.
Los vecinos: M.Salgado, Carlos Garrasino, C. Carlevaro, Aurelio D. Novoa, estarían a cargo de los distritos dos y tres.
Distrito Nro. 4: desde Valentín hasta la calle Pelado, del lado Norte.
La responsabilidad quedaba a cargo de los siguientes vecinos: Benito Solari, Dr. Larralde, Carlos Siemens, Martín Amestoy y Julián Orcasitas.
Distrito Nro. 5:  desde calle Pelado, del lado Norte, hasta finalizar el límite de la ciudad. A cargo de los vecinos: Dr. Vasconcelos, Ramón Reséndez, Pedro Echeverri  y Agustín Alciaturi.
Distrito Nro. 6: desde calle  Pelado, del lado Sur, hasta finalizar el límite de la ciudad.  A cargo de los vecinos: Dr. M.E. García, Manuel Patulé, Ignacio Lluveras y Ángel Goslino.
Distrito Nro. 7:  abarcando todo el Cerro o Pueblo Nuevo. Quedando bajo la responsabilidad de los siguientes vecinos: Ángel Peirano, Nicolás Schut, Antonio Suburú  y D.M. Iriach.
Distrito Nro. 8: abarcando todo el Saladero. Y los siguientes vecinos quedaban a cargo: Juan Herrán  y Amadeo Maurín.
Hasta aquí la integración de los distritos.  Sin embargo, también se crearon listas numeradas.  Del número 9 al 19, estaba  a cargo de los vecinos: Alán Darton y Juan White (Estación del Ferrocarril del Noroeste).
La lista número 20 estaba a cargo de Matías Fresnedo y Pascual Errandonea; Lista número 21 a cargo de Bartolo Monetta; Lista 22 a cargo de Félix Berreta; Lista 23 a cargo de Pedro Miquelarena; Lista 24 a cargo de los señores Guillermo Obadía  y Jorge Brauer; Lista 25 a cargo de los vecinos de Villa Constitución: Guillermo Oxandabarat y Luis Pérez. En  el pueblo Belén, los vecinos Nicolás Balbela y José Pimentel, tenían la responsabilidad a su cargo de la lista número 26. Y las listas continuaban ascendiendo su numeración abarcando las más importantes asociaciones y sociedades de la época, que se sumaban a la causa humanitaria.
Primeras donaciones para
la Cruz Roja de Salto.
Y la idea de la creación de la Cruz Roja de Salto, provocó un gran  movimiento social para apoyar a tan humanitaria propuesta y lograr su instalación y continuidad en la progresista ciudad del Norte, apareciendo las primeras donaciones publicadas en los diarios locales:
Donativos á la «Cruz Roja»
(CONTINUACIÓN)
Un español – Seis pares medias largas blanca, dos fundas, tres tohallas, dos calzoncillos lienzo, dos frazadas gris.
Sr. Deogracia Renzales – Seis camisas blancas, seis pares de calzoncillos.
Barbato Prinzo – Una pieza de madrá, un calzoncillo.
Señoritas Rottfius – Seis fundas, tres vendas, cuatro tohallas y varias compresas.
Sra. Juana U. de Armstrong – Once tohallas, doce fundas, varios géneros franelas y telas usadas, treinta vendas.
Juana A. de Leleu – Una docena de servilletas, una pieza lienzo, cinco medias.
Sta. Teresa S. de Gallino – Veinte fundas, treinta y una sábanas, sesenta y dos vendas.
Sta. Luisa Gallino – Una docena de tohallas, una docena de camisetas.
Sra. Maria L. de Laporte – Una pieza de madrá, una pieza de trué.
Sra. Dominga C. de Díaz – Media docenas de calzoncillos, una docena de fundas, media docena de calcetines, una frazada, veinte vendas.
Sra. Palmira G. de Devotto – Varias docenas de carreteles de hilo blanco y punzó, agujas, dedales, trencillas, etc.
Sra. Felicia M. de Carvalho – Quince sábanas, quince fundas, seis colchas, cuatro repasadores.
Sra. Isabel de Mac Ibriach – una docena de fundas, un saco de seda cruda, tres camisas, una faja, varias compresas.
Sra. Martina U. de Orcasitas – Cuatro almohadas. 1